Castilla-La Mancha es tierra de aceite, vino y queso. También lo es de miel, cordero, carne de caza y azafrán. Materias primas únicas, que unidas a las técnicas ancestrales autóctonas en la manera de cocinar, se convierten en un verdadero espectáculo para los paladares de todo aquel que se atreve a probar la gastronomía castellanomanchega.
La gastronomía castellanomanchega nos ofrece tradición culinaria de origen rural, pero sin dejar a un lado la innovación, convirtiéndose en una fusión excelente para sorprender a nuestras papilas gustativas. La base de la cocina tradicional está presente en el cuidado y la elección de las materias primas y el ingenio se plasma en el uso de ingredientes, técnicas y emplatados que invitan a viajar en cada bocado con una fusión de sabores y texturas.
Disfrutar a través del paladar es una de las mejores opciones para desconectar. Te proponemos un viaje para descubrir la riqueza gastronómica castellanomanchega a través de seis restaurantes de las provincias de Toledo, Cuenca y Guadalajara, todos ellos a menos de una hora de Madrid.
1.- Restaurante Iván Cerdeño – Toledo
A una hora del centro de Madrid nos encontramos con el Cigarral del Ángel, un lugar situado en un entorno idílico entre imponentes arboledas, jardines verdes y amplias terrazas en las que disfrutar de la ciudad de Toledo como telón de fondo y en el que se encuentra el restaurante de Iván Cerdeño.
Con dos estrellas Michelín y tres soles Repsol, podremos disfrutar de la huella gastronómica que dejaron las diferentes culturas que han pasado por la ciudad de Toledo y con la que Iván Cerdeño y su equipo articula su cocina, en la que combina a la perfección sabores de mar y montaña.
Sus creaciones las podremos saborear a partir de los cuatro menús degustación, con precios que van desde los 85 a los 170 euros.
2.- Las Llaves – Marchamalo (Guadalajara)
A tres kilómetros de Guadalajara, en la localidad de Marchamalo, descubrimos un refugio de la gastronomía, de la tradición del buen comer y la innovación en el paladar. Hablamos del restaurante las Llaves, un lugar en el que poder vivir una experiencia culinaria completa al tratarse de una casa-palacio del Siglo XVI.
En sus más de 25 años de trayectoria, la constancia y el afán de mejorar y no dejar nunca de evolucionar han fraguado lo que es hoy Las Llaves. La ensalada de faisán escabechado con mango, el carpaccio de gambas con virutas de foie, los muslitos de codorniz con soja, el tartar de atún rojo, el solomillo de vaca gallega o la carrillera estofada con crema de boniato son algunos de los platos con los que te sorprenderán en este restaurante que defiende y cuida de una manera mimada el producto.
3.- Palio – Ocaña (Toledo)
A 50 minutos de Madrid, en el corazón de la localidad toledana de Ocaña, nos topamos con Palio, un restaurante con una cocina de sabores tradicionales, pero a la vez con notas de modernidad.
Su ‘niño mimado’ es el pan, que elaboran ellos mismos y que cobra un protagonismo especial mientras disfrutamos de productos de proximidad. Los buñuelos de bacalao y la perdiz son otros imprescindibles de su carta.
4.- Adolfo Restaurante – Toledo
Entre viñedos, huertos, almendros y cipreses, se levanta en Toledo el Cigarral de Santa María. Regentado por Adolfo Muñoz, una auténtica historia viva de la ciudad del Tajo. Con una cocina de producto, regional pero sin fundamentalismos, sabrosa y coherente, Adolfo Muñoz sorprende a todo aquel que se atreve a gozar en este restaurante que enamora al comensal con cada bocado.
Sus recetas son puro arte y reflejan su culto por la tradición y la calidad del producto. Su rodaballo, el carpaccio de remolacha o la perdiz roja son de obligado cumplimiento en su restaurante.
5.- La Martina – Tarancón (Cuenca)
Aunque la provincia de Cuenca suene lejana, la tenemos a una hora de Madrid y podemos desplazarnos hasta la localidad de Tarancón para conocer La Martina. Un restaurante con una carta en la que conviven a la perfección recetas tradicionales manchegas con las más absolutas creaciones vanguardistas a través de productos de cercanía y de una altísima calidad.
6.- Las Esparteras – Casarrubios del Monte (Toledo)
En el kilómetro 47 de la A-5 encontramos una parada indispensable en cualquier ruta que ponga rumbo a Talavera de la Reina, Extremadura o Portugal. Las Esparteras, un oasis que, desde Casarrubios del Monte, sorprende al mundo.
En Las Esparteras se puede encontrar una cava de vinos que ya querrían para sí muchos restaurantes del más alto ‘standing’. En cuanto a la comida, destacan sus asados a la manera más tradicional de corderos lechales y cochinillos. Triunfan los torreznos y en barra es conocido su pepito de ternera con pimientos, un bocado perfecto para una parada rápida en mitad de un trayecto.
Puedes encontrar mucha más información detallada en la web de RAIZ CULINARIA, la marca que aglutina a restaurantes y chefs embajadores de la gastronomía de Castilla-La Mancha, sus recetas y platos más icónicos y los productos agroalimentarios que da esta tierra y que son la base y el fundamento de una gastronomía única y auténtica.
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