Uno de los quehaceres domésticos menos populares entre los españoles es planchar. La aversión a esta tarea es tal, que hay gente que ni siquiera tiene en casa el electrodoméstico responsable de esta labor del hogar para no tener que enfrentarse a ella. Sin embargo, nuestro país sufre grandes olas de calor en verano, lo que tiene una consecuencia: la necesidad de lavar más ropa y más arrugas en nuestras prendas.
Mientras que las toallas, la ropa de cama o la ropa interior se pueden guardar fácilmente sin planchar, esto no se aplica a las camisas o camisetas, que son las que más estropeadas se quedan después del lavado. Esto hace que el planchado parezca inevitable, pero no es así si recurrimos a este truco que te va a alejar de la plancha para siempre.
La clave para no planchar
Como decimos, existe una forma de evitar el planchado que puede resultar muy útil, sobre todo, si huyes del calor o si, ya de por si, la plancha te parece muy tediosa. Solo necesitas conocer bien tu lavadora, ya que simplemente hay que reducir el ciclo de centrifugado al mínimo a la hora de programar tu colada.
Y es que el proceso de centrifugado es muy útil para secar tus prendas, pero tiene un gran inconveniente: la ropa sale muy arrugada de la lavadora. Aunque la cuelgues de inmediato, posiblemente sea necesario plancharla si quieres lucirla lisa y sin arrugas. La solución a esto es muy sencilla, ya que la velocidad del centrifugado se puede reducir a 400 rpm o, incluso, menos, según el modelo de lavadora.
Un ciclo más lento hace que la ropa se junte y se arrugue mucho menos. Pero la verdadera razón por la que tus prendas no se estropean con este sistema depende de otra cosa: la gravedad juega a favor. Cuando sacamos los tejidos todavía empapados de nuestro electrodoméstico, estos se planchan solos por el peso que genera el agua acumulada en las fibras.
El truco de las perchas
Si además quieres multiplicar el efecto de este truco, también puedes seguir otro consejo, que quizás ya conozcas. Se trata de colgar tus camisetas y camisas directamente en perchas, que luego se pueden colocar en el tendedero con el resto de la colada. De esta forma tendremos un lavado perfecto sin necesidad de usar la plancha y sin rastro de pinzas.
