Entre los dulces de Semana Santa brilla con luz propia la mona de Pascua, un esponjoso bollo con un huevo en medio que simboliza el fin de la Cuaresma. Las monas de Pascua son típicas del Levante. La tradición marca que los padrinos regalan la mona a sus ahijados tras la misa del Domingo de Pascua y se comía al día siguiente, el Lunes de Pascua, en el campo.

Es una elaboración sencilla, con miga de pan dulce muy esponjosa y azucarada por encima. Recibe también el nombre de toña o panquemao, pero la gracia de la mona de Pascua es el huevo decorativo, que suele ir pintado con colores llamativos. Además de servir de decoración, ayuda a dar forma al bollo.

Con el tiempo, las monas de Pascua han ido incorporando cada vez más elementos decorativos y los huevos se han reconvertido en huevos de chocolate. Esta evolución es especialmente llamativa en Cataluña, donde hacen todo tipo de recreaciones. Magníficas esculturas de cacao que han desplazado por completo al original dulce.

Receta de la mona de Pascua tradicional

Existen también versiones de la mona en el País Vasco (la Opilla, que la regalan las madrinas y se consume el 25 de abril, día de San Marcos) e incluso ha traspasado fronteras. En Orán, al noroeste de Argelia, se elabora un bollo similar denominado mouna.

¿Y cómo se hace la mona de Pascua? Primero, la lista de ingredientes para dos monas grandes o cuatro pequeñas.

Masa madre

(Se prepara la noche anterior, ya que necesita tiempo de fermentación)

  • 100 gramos de harina de fuerza
  • 10 gramos de levadura fresca de panadero
  • 60 gramos de agua

Receta de la masa de la Mona de Pascua

  • 400 gramos de harina de fuerza
  • 10 gramos de levadura fresca de panadero
  • 3 huevos (y otros 5 para decorar)
  • 150 gramos de azúcar
  • 80 gramos de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
  • La ralladura de un limón (puedes añadir también naranja rallada si te gusta ese sabor)
  • Un pellizco de sal
  • Opcional: 15 gramos de agua de azahar

Elaboración de la masa madre

Para elaborar la masa madre, tienes que disolver la levadura de panadería en el agua tibia. Lo mezclas en un bol con la harina y, sin amasar, formas una bola. Se tapa con un film transparente y se reserva en la nevera, aunque debe sacarse al menos una hora antes de hacer el resto de la masa, para que atempere.

Elaboración de la masa

Bates los tres huevos en un bol grande y le añades el aceite y el agua de azahar (se puede sustituir también por esencia de vainilla). Se añade la masa madre, la ralladura de limón (y/o naranja), 150 gramos de azúcar y un pellizco de sal y se remueve bien.

Posteriormente se añade la harina tamizada previamente y sin parar de remover.

Amasado para una mona de Pascua esponjosa

Se formará una masa pegajosa que tendremos que trabajar sobre una superficie. Para evitar que se te pegue, espolvorea la encimera con un poco de harina y úntate las manos con aceite. Durante el proceso se puede añadir un poco de harina si se pega demasiado, pero no demasiada porque no quedaría nada esponjosa.

Para evitar que la masa se pegue, espolvorea la encimera con un poco de harina y úntate las manos con aceite

El resultado será una masa elástica y consistente con la que se formará una bola. La metemos en un bol grande y la dejamos en un lugar cálido. Es conveniente tapar el bol con un trapo de cocina.

Cuando la bola haya doblado su tamaño, la dividimos con un cuchillo o una rasqueta de panadero en dos o cuatro partes, al gusto y lo amasamos un poco para que salgan los gases. Hacemos con cada una de las partes una bola y ponemos un huevo en medio.

Colocas las monas en la bandeja sobre un papel vegetal. Lo cubres y las dejamos reposar en un lugar cálido hasta que doblen una vez más su tamaño.

Cómo decorar las monas de Pascua

Necesitaremos un huevo batido para pincelar las monas. Finalmente, humedecemos 50 gramos de azúcar y lo echamos encima de la mona. Puedes añadir a la decoración fruta escarchada o anisetes, en función de tus gustos y preferencias.

Horneado 

A continuación, se meten durante 20-30 minutos en el horno (en la parte baja), precalentado a 180º. Truco: si ves que se tuestan demasiado por arriba, pon un papel de aluminio y quedarán estupendas.

Una vez hechas, déjalas enfriar sobre una rejilla. El resultado es delicioso.