¿Es la hamburguesa uno de los bocados más suculentos de nuestra gastronomía? ¿Cuántas veces te has hecho la ruta por Madrid para encontrar la receta perfecta? En el Día Mundial de La Hamburguesa nos hemos puesto manos a la obra y por eso en ElPlural.com (después de algunas horas de debate) hemos creado este top 10 de nuestras hamburgueserías favoritas en la capital, que a nuestro juicio, merecen una visita. Te dejamos por aquí este listado para darte hambre y para ayudarte en tu búsqueda, que para eso estamos.
Don Oso
En 1973 no existía la moda de las hamburguesas gourmet. De hecho, casi nadie en Madrid sabía lo que era una hamburguesa, según presumen los fundadores de esta hamburguesería castiza que toma el nombre de su emplazamiento inicial, la calla Donoso Cortés. Ahora, cuentan con otros dos locales: uno más en Chamberí, en Meléndez Valdés, y el más nuevo, en la calle De la Cruz, a pocos pasos de la Puerta del Sol.
Sus hamburguesas se mantienen fieles a sus inicios: carne jugosa a la plancha, cebolla, tomate y lechuga. La misma receta que hacía tu madre y con el pan con sésamo que Bimbo vende de toda la vida. Los toppings se cuentan con una mano: queso, bacon o champiñones. Y ya. Si la magia de su simpleza no te termina de convencer, quizás lo haga el precio: 3,20€ la hamburguesa grande. Un clásico de las noches madrileñas que ha apaciguado los efectos etílicos en estudiantes de todas las procedencias en un barrio universitario, pero que merecen la pena probar en estado sobrio para poder apreciar que en la sencillez está el gusto.
Hamburguesa Nostra
Aunque su marca suele identificarse con el chef Juan Pozuelo, su incorporación al proyecto no tuvo lugar hasta 2008, cuando se inauguró el primer puesto de Hamburguesa Nostra en el mercado de Chamartín. No obstante, en este mercado de barrio nació la idea, en el puesto de carnicería que desde 1973 tenía Juan José Rodríguez, tras salir de Asturias con 16 años y 1.000 pesetas en el bolsillo para cumplir su sueño de formarse como carnicero.
Tras la llegada del Grupo Rodilla a la marca, Hamburguesa Nostra cuenta con una decena de restaurantes, otros tantos espacios gourmet y puestos en mercados repartidos por Madrid, Valencia, Barcelona, Alicante o Málaga. La idea original se respeta: la variedad está en la hamburguesa, más que en los toppings, aunque se ha reducido la ingente carta de los inicios a favor de menos versiones pero mucho más cuidadas.
Nuestra recomendación, la hamburguesa del chef, con aceite de trufa, cebolla pochada y pistachos en la carne y acompañada de salsa de alioli de ajos asados. En cualquier caso, las versiones se multiplican gracias a la caja de salsas gourmet que colocan en cada mesa.
Five Guys
Si Obama ha catalogado las hamburguesas de Five Guys como sus favoritas, nosotros no podíamos ser menos. Ya hace casi tres años que la cadena americana aterrizó en el número 44 de Gran Vía, y aunque ya parece que el boom ha pasado, los primeros meses después de la apertura las colas rondeando el establecimiento no cesaban día tras día. Five Guys nació en Arlington, Virginia, en 1986, cuando Jerry y Janie Murrell dieron un sabio consejos a sus hijos: “Montad un negocio o id a la universidad”. La opción del negocio ganó y la familia Murrell abrió su primera hamburguesería llamada, Five Guys (por los cinco hermanos). En su web cuentan que no tienen productos congelados en su establecimiento (todo es fresco) y que necesitaríamos 684 años poder probar todas nuestras combinaciones distintas de hamburguesas. En la personalización y también en sus inconfundibles patatas fritas está el secreto.
Alfredo's Barbacoa
Alfredo’s Barbacoa abrió por primera vez sus puertas en Octubre de 1981, coincidiendo con el cumpleaños de su fundador, un neoyorquino amante de España y deseoso de compartir con el público español sus amplios conocimientos culinarios, de los cuales ya disfrutaban sus numerosos amigos en fiestas y saraos que organizaba por su afición a estar siempre rodeado de personas. Es también uno de los clásicos en la capital donde te puedes teletransportar a Estados Unidos en unos pocos segundos. Entre nuestras favoritas están la Philadeplhia, Brooklyn, Goat (con queso de cabra) y Barbacoa, sin olvidar la Clásica, que fue con la que empezó todo.
La H es Muda
Si quieres disfrutar de una buena hamburguesa de esas que te reconforta, La H es Muda ha sido uno de nuestros recientes descubrimientos. Con tres locales en Madrid (Calle de Carranza 12, Prof. Waksman y Cea Bermúdez 39) poco se habla de los manjares que se pueden degustar aquí. Uno de esos días de abril en los que el invierno parece verano, o el verano parece invierno, típicos en nuestra ciudad, un grupo de amigos provenientes de otras tierras decidió abrir las puertas a un nuevo concepto de hamburguesas de autor. Esta aventura gastronómica que comenzó en un pequeño rincón del centro de Madrid, te ofrece una gran variedad de productos únicos y frescos elaborados diariamente por el chef, y con opciones para todos los gustos. Nuestras favoritas: Hiper-champi (champiñones salteados, queso curado, tomate seco, rúcula y salsa pesto), la Hermosa (Queso Mozzarella de Búfala, nuestro guiso de tomate cherry sobre una cama de rúcula) o la Hollywood (queso mozzarella ahumado a la plancha, tomate, panceta italiana, rúcula y nuestra salsa mayo-pesto).
Carl's Junior
El negocio de perritos calientes que empezó un matrimonio de California con un carrito en los años 40 se acabó convirtiendo en una de las mayores cadenas de comida rápida de Estados Unidos, capaz de enfrentarse a McDonalds y Burger King. Tardó en dar el salto y hasta los años 70 no salió de California, para montar su primer restaurante en Las Vegas. Ahora está en 24 países con cientos de establecimientos, pero España ha sido una de sus últimas apuestas. Por ellos, es difícil encontrar uno de sus restaurantes, sobre todo fuera de Madrid, donde tienen el icónico restaurante de Gran Vía y otros cinco más, siempre repartidos en centros comerciales como Parque Sur en Leganés o el Herón City de Alcobendas. También hay un restaurante en Bilbao y otros dos en Barcelona, pero ya. A su favor, la calidad y jugosidad de la carne, sus batidos de helado, sus patatas fritas -tanto las tradicionales con corte natural como las estrafalarias de corte Crisscut- y los champiñones Portobello de su hamburguesa estrella. En contra, el precio un poco más elevado que la oferta de sus competidores directos de comida rápida.
Sublime Dreams Food
Si eres de los que buscan emociones fuertes, Sublime Dreams Food es tu sitio. En su carta podemos encontrar hamburguesas diferentes con ingredientes que nunca habrías imaginado. Es por ejemplo el caso de Donus Burger receta en la que sustituyen el clásico pan de hamburguesa por un donut a la parrilla, un sabor curioso que hemos probado (no apto para los que quieren cuidar la línea) cuyo contraste entre lo dulce y lo salado resulta curioso y sorprendente. También merecen una mención especial Cheese porn (toda una bomba hipercalórica para los amantes del queso), Sweet Bacon (cuyo ingrediente estrella es la mermelada de bacon que le da un toque especial) y Carnivorus, que mezcla carne de ternera con costillas, todo un manjar para los adictos a la carne. Si te animas a probarlas puedes hacerlo en dos de los restaurantes que tienen en la capital: uno en Hernani 38 y otro en la zona de Plaza Mayor (C/ Concepción Jerónima 28).
Home Burger
Corría el año 2006 cuando abrió sus puertas el primer Home Burger Bar con pretensiones de demostrar que una hamburguesa sana y de calidad era algo que nada tenía que ver con el “Fast food”. Desde el principio apostaron por la máxima exigencia y honestidad a la hora de elaborar una carta con ganadería 100% ecológica y certificada, pan ecológico y verduras frescas de proveedores locales. Con una carne jugosa y con un punto excelente, todas las hamburguesas de Home Burger son dignas de mención, pero vamos a hacer dos excepciones que hay que probar sí o sí. Hickory Burger (vacuno ecológico sobre nuestra salsa secreta BBQ, doble queso fundido, doble bacon crujiente y cebolla a la plancha, sobre pan artesanal y semillas de sésamo) y la Especial Home, con 190 gr. de carne ecológica con rodajas de cebolla blanca, sobre crema de queso casera con nueces en nuestro pan artesanal.
Puedes hacerles una visita en algunos de sus cuatro locales en Madrid: calle Silva 25, Espíritu Santo 12, Castellana 120 o Príncipe de Vergara 210.
Knight n’ Squire
Conocido por clientes y amigos como EL NAIT, abrió sus puertas en 1974 convertiéndose en uno de los primeros restaurantes de comida americana en Madrid. También comenzó a ser punto de encuentro para gente del mundo del cine y de la música, como se puede ver en las firmas que algunos de ellos dejaron en las paredes de este mítico restaurante de la capital. Su fundador quiso reflejar su pasión por el coleccionismo y por su profesión, y esto se puede ver en la decoración de cada rincón de este local situado en la calle Felix Boix 9. Su carta es clásica pero siempre acertada. Por menos de 7 euros podrás pedir cualquiera de sus hamburguesas y quedarte con buen sabor de boca. Si eres de los que te gustan los retos, también puedes desafiar a la naturaleza (o a tu estómago) con alguno de sus míticos perritos gigantes. Un templo para los amantes de las emociones fuertes gastronómicas.
Steak Burger
La artesanía cárnica como sello de calidad, dicen en su web con todo el acierto. Cuando pruebas una hamburguesa de Steak Burger consigue quedarse en tu memoria a lo largo del tiempo, y eso no es fácil. Todas sus carnes, procedentes de la finca de Jiménez Barberó están cocinadas en parrilla de carbón de encina, que da a sus carnes y hamburguesas un inconfundible sabor. A la hora de pedir tienes dos opciones: o crear tu propia hamburguesa desde cero o elegir alguna de la carta. Imprescindible probar en tu visita la Red Mountain Burger (mayonesa Bourbon, queso de cabra, rúcula, cebolla cajún y pimientos de piquillo caramelizados), La Benedictina (deliciosa hamburguesa con mantequilla de trufa, boletus salteados, huevo poché cocinado a baja temperatura y cremosa salsa holandesa o la Dry Aged (200 gramos de hamburguesa de carne de chuletón madurado durante 45 días sobre lechuga Batavia y tomate, acompañado de cebolla caramelizada).
