La fiebre por el Satisfyer quedó demostrada con el volumen de ventas de este juguete erótico femenino durante el Black Friday y el periodo navideño. Este succionador de clítoris ha revolucionado la sexualidad femenina y se ha convertido en protagonista de buen número de charlas, tertulias y conversaciones
Su éxito parece radicar en la forma en que realiza la estimulación, que se produce a través de pulsaciones y no de vibraciones como ocurre con otros aparatos de estas características. Esto hace que el efecto no se ciña a la parte superficial del clítoris, sino que abarca todo el aparato interno.
Sin embargo, todo lo que parecen ventajas, entrañan un riesgo. La psicóloga y sexóloga Cristina Callao, ha advertido a través de su cuenta de Instagram, de que "cuando nos acostumbramos a masturbar de una forma concreta, con un estímulo potente y localizado, corremos el riesgo de que solo podamos orgasmar de esa manera".
Callao recuerda que, aunque "se llama succionador no succiona, sino que emite unas ondas que estimulan el clítoris", y aunque celebra que ha hecho que "se pueda hablar del placer sexual femenino sin tabúes", subraya que "hay ciertas cosas que deberíais saber, más allá de ser el artículo erótico de moda del que todas hablan".
⠀Esta especialista señala entre los contras del Satisfyer los "orgasmos en 2 minutos", de los que, dice, "no siempre es una ventaja" , porque "pisa, urgencia, inmediatez parecen haberse adueñado también de la esfera sexual". "Es importante permitirnos sentir, gozar de cada fase de la respuesta sexual humana y no pasar por ellas en segundos, para ir directamente al orgasmo", explica, y prosigue: "La finalidad de la sexualidad no es exclusivamente el orgasmo, también lo es el trayecto y estamos creando muchos atajos"
Otra de las desventajas es la estimulación localizada. "El hecho de que éste juguete sea única y exclusivamente para el clítoris, hace que nos perdamos parte de nuestro autoerotismo y autoconocimiento. Además, nuestro cerebro crea conexiones sinápticas y aprende a que orgasmar así, es fácil y rápido. Y si sólo usas este modo de masturbarte y, además, lo usas con frecuencia, tu cerebro se vuelve "vago" y se habitúa y luego te va a costar tener orgasmos de otra manera diferente. Porque te recuerdo que ni tu mano, ni la de tus compañeras/os sexuales o una lengua, tiene la misma potencia que éste u otro juguete erótico", precisa.
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Conclusión, afirma Callao: "Si tienes un succionador de clítoris, úsalo, pero altérnalo con otras modalidades masturbatorias".
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