Viajar entre Europa y África en tren de alta velocidad podría ser una realidad en las próximas décadas. España y Marruecos trabajan desde hace años en un ambicioso proyecto para construir un enlace ferroviario fijo bajo el Estrecho de Gibraltar, que permitiría unir los dos continentes a través de un túnel submarino de unos 40 kilómetros de longitud.
Una posible fecha viable
La iniciativa, impulsada por los gobiernos de ambos países desde 1979, está actualmente en fase de estudio de viabilidad, liderada por la empresa pública española SECEGSA y su homóloga marroquí SNED. Aunque en un principio se especuló con la posibilidad de tenerlo listo antes del Mundial de fútbol de 2030, los expertos consideran más realista una fecha en torno a 2040.
El proyecto contempla un sistema de trenes de alta velocidad que circularían a una velocidad estimada de entre 200 y 250 kilómetros por hora. La infraestructura estaría compuesta por dos túneles ferroviarios principales y un tercero de servicio, con un trazado submarino de unos 28 a 30 kilómetros, que alcanzaría profundidades de hasta 475 metros. Se trataría de una de las mayores obras de ingeniería civil realizadas bajo el mar.
Los beneficios y los desafíos
Los beneficios esperados son múltiples: una conexión más rápida entre los dos continentes, impulso al comercio y al turismo, y un avance en la integración económica regional. También se prevé que el proyecto tenga un impacto positivo en términos de sostenibilidad, al ofrecer una alternativa al transporte aéreo y reducir la huella de carbono en la región.
Sin embargo, no está exento de desafíos. La geología del fondo marino en la zona de la Soleira de Camarinal, caracterizada por suelos inestables y actividad sísmica, supone uno de los mayores retos técnicos. A esto se suman los costes, que podrían oscilar entre los 6.000 y los 25.000 millones de euros, según estimaciones preliminares.
Otras propuestas
Frente a otras propuestas de trenes submarinos, como el hipotético Hyperloop transatlántico entre Londres y Nueva York —que plantea velocidades de más de 4.800 km/h y costes de hasta 20 billones de dólares—, el proyecto del Estrecho de Gibraltar se percibe como una opción mucho más viable dentro del horizonte tecnológico y económico actual.
Si bien queda un largo camino por recorrer, este enlace ferroviario entre Europa y África representa uno de los proyectos más tangibles y estratégicos para transformar la movilidad internacional bajo el mar en las próximas décadas. También podría servir como modelo para futuras conexiones submarinas en otras regiones del mundo, si se demuestra técnica y económicamente viable.