En la búsqueda de alimentos que aporten beneficios claros a la salud, los frutos secos ocupan un lugar que a veces pasa desapercibido. No solo son fáciles de transportar y consumir, sino que también aportan nutrientes que cumplen funciones importantes en el organismo. Entre ellos, hay variedades que pueden contribuir a la producción de colágeno —una proteína esencial para la piel, los huesos y las articulaciones— y a mantener estables los niveles de glucosa en sangre. Incorporarlos en la alimentación diaria puede ser una estrategia sencilla para cuidar tanto el aspecto físico como el bienestar general.

El papel del colágeno en el organismo
El colágeno es una proteína esencial para mantener la firmeza y elasticidad de la piel. También interviene en la salud de los huesos y articulaciones, ayudando a conservar la movilidad y reducir el desgaste con el paso de los años. La producción natural de colágeno disminuye con el tiempo, por lo que incluir fuentes que estimulen su síntesis resulta importante para preservar una estructura corporal saludable.
Anacardos: ricos en cobre

Los anacardos se encuentran entre los pocos alimentos que aportan una cantidad elevada de cobre. Una ración de 50 gramos proporciona cerca de 1.000 microgramos de este mineral, lo que supone una cifra relevante si se considera que la ingesta diaria recomendada para adultos es de 900 microgramos, según El Español. La falta grave de cobre se ha relacionado con una menor densidad mineral en los huesos y un aumento del riesgo de desarrollar osteoporosis.
El cobre desempeña un papel clave en el mantenimiento del colágeno y la elastina, dos componentes estructurales esenciales del organismo. Cuando su aporte es insuficiente, el cuerpo no puede reparar adecuadamente el tejido conectivo dañado ni producir el colágeno que sirve de soporte al hueso. Esto puede derivar en distintos problemas, entre ellos la pérdida de funcionalidad en las articulaciones debido al deterioro de los tejidos corporales, explican desde el mencionado medio.
Almendras: más que un tentempié

Las almendras destacan por su aporte de vitamina E, un antioxidante que ayuda a proteger las células frente al daño causado por los radicales libres, tal y como afirma Infobae.
Así, exste efecto protector resulta importante para la formación de colágeno, ya que contribuye a retrasar el envejecimiento de la piel y a mantener en buen estado sus estructuras.
También contienen zinc, un mineral esencial en el proceso de síntesis de colágeno, y aportan ácidos grasos omega 3, que favorecen la salud de la piel y apoyan el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
Nueces pacanas: una fuente de fibra y antioxidantes

Las nueces pacanas aportan antioxidantes como la vitamina E y los polifenoles, que ayudan a contrarrestar el estrés oxidativo y a proteger las células de la piel. También son fuente de ácidos grasos monoinsaturados y fibra dietética; es decir, tal y como asegura El Diario de Sevilla, elementos que favorecen la salud del corazón y del sistema circulatorio. Su consumo puede contribuir a cuidar la piel frente al envejecimiento y a mantener su buen estado con el paso del tiempo.
Incorporar frutos secos a la dieta
Más allá de sus beneficios para la piel y la glucosa, estos frutos secos contribuyen al bienestar general. Se pueden consumir solos o añadir a platos dulces y salados, lo que facilita su incorporación a la alimentación diaria. Incluir anacardos, almendras y nueces pacanas en la dieta es una forma sencilla de mejorar tanto el aspecto de la piel como la salud metabólica y cardiovascular.