Isasaweis (Gijón, 1976) fue pionera en las redes sociales. Empezó por afición publicando vídeos sobre belleza 2009 y ha acabado convirtiéndose en la decana de las influencers. Paradójicamente se siente “un bicho raro en las redes sociales” al considerar que no tiene ningún talento más allá que el de la comunicación. Cuenta con 1,7 millones de seguidores en las principales redes sociales y ya ha perdido la cuenta del número de libros sobre nutrición, consejos de vida saludable y recetas que ha publicado -"entre 14 y 13, no estoy segura”, confiesa-. El último, Come de todo, entrena conmigo y cambia tu vida’ (Planeta), acaba de salir a las librerías. En él cuenta su experiencia para dar un giro definitivo a su vida, mejorar su forma física y ser más feliz. “He conseguido tener una fuerte autoestima, superar miedos, vivir muy tranquila y organizarme para llegar a todo lo que quiero”, asegura en una entrevista concedida a ElPlural. Entre otras cosas, nos ha contado cómo empieza el día de forma saludable: se levanta a las seis menos cuarto de la mañana para dedicarle un tiempo a algo que le gusta (en este momento viendo un capítulo de ‘Friends’ en inglés).

Se define como “comunicadora” y cree que su éxito radica sobre todo en su naturalidad. “Tengo una amiga psicóloga que me dice que hay que tener una parcela interior de privacidad para uno mismo y que a mí se me ve hasta el fondo. Es verdad, soy muy expresiva”, nos cuenta para explicarnos que no hay diferencias entre su personaje artístico e Isabel Llano, su verdadero nombre. “Son exactamente lo mismo con la única diferencia que, obviamente, los días de Isabel tienen 24 horas e Isasaweis no muestra todo en las redes sociales". Su cuenta de Instagram acumula 404.000 seguidores, la de Youtube 597.000, en Facebook 597.000 y 99.300 en Twitter (ahora X).

 PREGUNTA.- ¿Cómo surge este nuevo libro?

RESPUESTA.- Hace dos años publiqué 'Come genial y no hagas dieta nunca más', donde contaba el cambió que di a mi vida en cuanto a alimentación, deporte, forma de pensar, estilo de vida. Ha tenido mucho éxito, pero la gente me decía faltaban más recetas de pasta y arroces, o que les faltaban ejemplos de cómo hacer ejercicio. Así decidimos hacer un libro con rutinas deportivas en vídeo, para que lo puedan hacer conmigo [se pueden ver los vídeos capturando un código QR] y con más recetas. He estructurado el libro igual que mi cambio interior, que está basado en tres pilares: alimentación, ejercicio y también muy importante mi forma de tomarme las cosas, de organizarme... un poco lo interior, el estilo de vida.

P.- ¿Isasaweis es una prolongación de Isabel Llano?

R.- Isasaweis es Isabel Llano, es exactamente lo mismo. De hecho, creo que es una de las cosas que más me caracteriza. Yo soy así, cuando algo me gusta se me nota y cuando no, también, o se me ve si estoy triste. Tengo una amiga psicóloga que me dice que hay que tener una parcela interior de privacidad para uno mismo y que a mí se me ve hasta el fondo. Es verdad, soy muy expresiva. La única diferencia entre ambas es que los días de Isabel tienen 24 horas e Isasaweis no muestra todo en las redes. Mis hijos, eso sí, son una parcela privada.

P.- ¿Cómo se te ocurrió lo de Isasaweis?

R.- Yo era radioaficionada y me llamaba Edelweiss, por la flor. Era el nombre que había elegido también para las redes, pero unos meses antes había fallecido mi tío, el hermano de mi madre, con el que yo tenía una relación muy especial y me llamaba Isasa cariñosamente. Entonces cogí el Isasa y lo mezclé con Edelweiss.

"Me mantengo porque sigo haciendo lo mismo que cuando empecé"

P.- Fuiste pionera en las redes sociales, empezaste en 2009. Las redes no tienen nada que ver con ese momento tan incipiente, ¿volverías a tomar esa misma decisión? ¿Te lanzarías al mundo de las redes sociales tal y como son ahora?

R.- Yo empecé como un hobby y luego se acabó convirtiendo en una profesión. Siempre me ha gustado contar cosas, ayudar a los demás, comunicar... Pero si encima va de la mano con aportar algo a los demás, para mí es un trabajo perfecto. Cuando yo empecé, aunque no fue con la idea de que fuera un trabajo, no había ningún tipo de interés detrás más que ayudar. Si fuera ahora, ya no vería ese interés por ayudar, lo vería como una profesión de la que poder vivir, y probablemente no me llamaría la atención. Me mantengo porque sigo haciendo lo mismo que cuando empecé.

P.-  Es un poco una selva, ¿no?

R.- Es mucha exposición. Yo no estoy en la misma línea que muchas personas, pero cada uno tenemos nuestra motivación, nuestro hueco y nuestra forma de hacer las cosas. Hay quien está en esto a base de contar más cosas de su vida privada, otros porque son muy simpáticos, otros para exponer los talentos que tienen… Yo no tengo un talento como tienen otras personas que maquillan de maravilla o que cocinan que es un espectáculo. Todos los días me sorprendo de las cosas que hace la gente en redes sociales, pero no es mi caso. Soy un poco un bicho raro en las redes sociales. Quizá mi talento sea la comunicación, el hablar con los demás.

P.- Cambiaste las aulas por las redes sociales. ¿Crees que las redes sociales influyen más en los adolescentes que sus maestros?

R.- Los niños, los adolescentes son esponjas y todo les afecta. Son muy vulnerables. Lo que inculca la familia hace efecto, lo que se inculca en clase también, su entorno, sus amigos, el grupo al que pertenezcan... Pero las redes sociales probablemente hacen más mella aún, porque es un bombardeo continuo de información. Sí creo que es probablemente lo que más les hace, al menos temporal, porque al final, a lo largo de tu vida con lo que te vas a quedar y más te va a influir, es lo que veas en tu casa, en tus padres, en tu familia. Lo digo por experiencia propia. Yo también me relacioné con gente que hacía cosas mejor y cosas que no tan bien, en todo tipo de ambientes, pero al final fueron mis padres los que me enseñaron mis valores, con los que he estructurado mi vida.

"Tengo casi 47 años, pero hay influencers que, digamos, son críos. ¿Quién tiene la cabeza bien amueblada y los valores muy claros a los 17 años?"

P.- ¿Echas en falta una mayor ética por parte de los generadores de contenido?

R.- Yo creo que hay de todo. Hay personas que tienen ética y valores y saben a quién se dirigen. Tenemos que pensar que yo tengo casi 47 años, pero hay influencers que, digamos, son críos. ¿Quién tiene la cabeza bien amueblada y los valores muy claros a los 17 años? Hay que entender que algunos de esos perfiles puede que no haga las cosas como las harías tú, pero tú tampoco las habrías hecho así a su edad.

P.- Hablar en redes sociales de temas relacionados con la salud y el bienestar, que es lo que tú haces, implica una responsabilidad añadida. ¿Cuáles son tus fuentes a la hora de documentarte? 

R.- Siempre me ha interesado la salud y la nutrición. Mi madre y otros miembros de mi familia se dedican a la rama de la salud y querían que yo también tirase por ahí, pero acabé estudiando ingeniería informática técnica, con el fin de ser profe, que es la rama de mi padre. Pero son temas que siempre estuvieron en casa y de los que se habló mucho. Siendo una cría trabajé en un centro comercial y con mi primer sueldo me compré la Guía de los Alimentos, la nutrición y la salud. Era una enciclopedia y me la leí entera de pe a pa. Leo todos los estudios nuevos que salen de nutrición. Sigo a un montón de perfiles de profesionales de la salud, la nutrición y el deporte, porque me interesa. Estoy muy al día de todo lo que pasa y muy bien informada. ¿Qué ocurre? Es verdad que la información hay que saber entenderla y cogerla, porque tú puedes ver a profesionales de la misma disciplina diciendo cosas antagónicas.

La gente sabe que no soy ni nutricionista ni técnico deportivo, pero les cuento cómo hago yo las cosas. Soy una persona sensata que no va a contar cosas raras. En cualquier caso, siempre digo que ante la mínima duda, que acudan a un profesional.

"El error más común, tanto en deporte como en alimentación, es pasar del todo a nada"

P.- ¿Cuáles son los errores más comunes que cometemos?

R.- El error más común, tanto en deporte como en alimentación, es pasar del todo a nada. Somos muy así. No puedo estar hoy todo el día sentado en el sofá y mañana salir a correr diez kilómetros. El cuerpo no se puede adaptar a un cambio tan brusco. Además, necesitas una fuerza de voluntad y una motivación que es imposible mantener. Si no estás habituado a hacer deporte y sales a correr el primer día diez kilómetros, acabas diciendo que eso no es para ti. Lo mismo con la alimentación, no puedes llevar todo el verano hinchándote a comer de todo lo que has querido, y empezar con la lechuguita y la pechuga hervida... Eso en dos días lo dejas. Todos los cambios que quieras hacer en tu vida, tienen que ir despacio, te debe compensar el resultado con el esfuerzo que estás haciendo y que no suponga un sacrificio, que te vaya la vida en ello, porque lo vas a dejar. 

Si mantienes un equilibrio en tu vida, en verano, puedes relajarte más. Yo me he ido cuatro días a Italia y he comido más de lo habitual. ¿Voy a estar yo en el lago Di Como y decir que no a la pasta? Pues he cenado pasta, pizza y lo que he querido. Lo mismo con el deporte. No he hecho nada y cuando he vuelto al gimnasio he bajado un poquito, pero en dos semanas vuelves a estar como siempre. Volver a tener una rutina de alimentación, organización y deporte es fundamental y el libro va de esto. Quiero que todo el mundo consiga esa tranquilidad y esa felicidad con uno mismo que yo he conseguido. Me hace muy feliz compartirlo con los demás. 

Yo doy pautas para empezar poco a poco e integrarlo en tu vida. 

P.- ¿A quién te diriges?

A todo el mundo. La mayoría de las personas que me siguen son mujeres, más del 90%, sobre todo entre treinta y tantos y cincuenta y tantos. Comer bien, estar saludable, tener energía, estar fuerte, ser organizado... eso nos gusta a todos.

"A los casi 47 es el momento en que estoy en mejor forma física de mi vida, con lo cual se puede"

P.- ¿Qué consejos darías, por ejemplo, a una mujer que está ya en la menopausia, cuando cambia nuestro cuerpo y los cambios hormonales pueden jugarnos malas pasadas?

R.- A partir de cierta edad, un 40 y pico hacia arriba, es cuando debemos cuidarnos más. La edad nos da esa sabiduría de dejar atrás ese periodo en el que hemos estado más centradas en nuestros hijos si los tuviéramos, por ascender en el trabajo o, en general, por hacer las cosas bien y ser la mujer perfecta que teníamos que ser. Entrar en esta edad te relajas, es mi experiencia, y te da la serenidad de decir no necesito llegar a todo, no necesito ser perfecta, no necesito apagar todos los juegos... Voy a hacer las cosas que me gustan, que me hacen sentir bien y a empezar a mirar un poquito más para mí.

A los casi 47 es el momento en que estoy en mejor forma física de mi vida, con lo cual se puede. Yo hace cinco años no tenía nada que ver. En el libro también recomiendo tener cada día un hueco para nuestra felicidad, a cada uno lo que le guste. En mi caso es llamar o tomar café con una amiga o un amigo.