Qué grata sorpresa nos han dado los dirigentes de VOX esta semana, uniéndose a los agricultores en sus más que justas reivindicaciones. Nosotros que los teníamos por un grupo de fachas seguidores del más salvaje liberalismo económico, lo que en términos populares se conoce como el «Sálvese quien pueda», y han resultado ser unos revolucionarios dispuestos a luchar contra las grandes corporaciones económicas, las multimillonarias cadenas de distribución  y los latifundistas, ahora conocidos como «grandes inversores».

Porque, esos y no otros, son los responsables de que agricultores y ganaderos estén abandonando sus campos, sus granjas y sus pueblos. Cierto es que como recién llegados al mundo de la protesta andan todavía un poco despistados y han fallado en la adjudicación de roles, algo disculpable si tenemos en cuenta las muchas generaciones que llevan en el otro bando. El buenazo de Santi y su cohorte de intelectuales, en un despiste típico de novatos, han identificado como culpables de la crisis a los jornaleros, que en su insaciable afán de enriquecimiento y alentados por el gobierno rojo, pretenden cobrar el espectacular salario mínimo interprofesional.  

Pero no tengo la mínima duda de que en cuanto se pongan a estudiar el tema en serio y comprueben que quienes imponen los precios son las pocas y gigantescas empresas de alimentación, que controlan las cadenas de distribución y son propietarias, ellas o sus bancos, de enormes explotaciones agrícolas que se utilizan para reventar los precios en origen, cambiarán su objetivo y en vez de fustigar desde el caballo a los sin tierra, ancestral tradición de sus antepasados, se pondrán de su lado y atacarán a los verdaderos culpables de la ruina de nuestros campos.

Qué ganas tengo de ver a Santi y a Ortega Smith, fusil de asalto en ristre, tomando las sedes de las grandes corporaciones económicas, y votando en el Congreso de los diputados por leyes que pongan límite a la codicia sin fin de quienes manejan uno de los tres  negocios más rentables del mundo. Los agricultores podemos estar tranquilos, con el apoyo de las gentes de VOX muy mal tendría que ponerse la cosa para que no acabemos todos arando nuestros campos con un Rolls Royce.