Los ciudadanos griegos continuaron con sus legítimas protestas, en medio de la tempestad económica y del pavor ante la ruina colectiva. Esfuerzo por lo visto inútil el del primer ministro, Yorgos Papandreu, que consiguió en el Parlamento lo que parecía imposible. De momento, todo indica que el segundo rescate de Grecia no deja de ser una especie de castillo de naipes, a punto de caerse.

La colera de antaño
Como sucedía con la cólera antaño, en tiempos inmemorables, el objetivo urgente ahora es frenar el contagio que se extiende por Italia y también por España, además de Portugal e Irlanda. Mientras tanto, el presidente de EEUU, Barack Obama, ha advertido de que su país pagará, como siempre -afirma- las deudas en las que se ha visto envuelto. Ocurre, sin embargo, que el endeudamiento norteamericano pronto rebasará el tope autorizado por el Congreso. No estamos hablando de las deudas de los Ayuntamientos españoles o de las Comunidades Autónomas. O las del Gobierno central. Estamos refiriéndonos a Estados Unidos de América del Norte. ¿Podrán las deudas acumuladas cercenar el Imperio?

Impotencia y rabia
Todo esto no produce más que inseguridad en la ciudadanía y un sentimiento generalizado de impotencia y de rabia. Todo esto, además, contribuye a ir desgastando a los Gobiernos y, por consiguiente, a los políticos. Favorece, en cambio, a los partidos opositores, aquellos que prescinden de ser estadistas y buscan como sea beneficiarse de semejante embrollo. No se queman y encima se permiten insultar como inútiles o estólidos a los que sí gobiernan.

¿Refundación del capitalismo?
De nuevo se ha puesto de manifiesto la omnipotencia de los mercados y de las agencias de rating. Otra vez, hemos asistido al perverso montaje que garantiza el poder inmenso de los mercados y de las citadas agencias. El capitalismo especulativo sigue exhibiendo su poderío. ¿Dónde están quienes como Nicolás Sarkozy anunciaron en 2009 la refundación del capitalismo? Pues ni están ni se les espera. Eso fue un brindis al sol de la demagogia. Duró tamaño propósito menos que un caramelo a las puertas de una escuela. Resulta ciertamente más fácil y menos complicado refundar la pobreza que refundar el capitalismo.

El abordaje de los mercados
Frente al abordaje de los mercados, Mariano Rajoy ni salió a defender los intereses de la mayoría de los españoles ni se ofreció al Gobierno para -a la vista de los ataques de los neoscorsarios contra el Ejecutivo- hacer un frente común. Rajoy ha vuelto a demostrar su catadura política. El líder de la derecha prefiere los mercados y las agencias a Rubalcaba. ¿Hay alguien que se asombre repasando la biografía política de Rajoy?

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM