Si al comprar un dispositivo electrónico te convencieron en la tienda de que contrataras un seguro para ampliar la garantía legal, tengo malas noticias. La primera es que es muy posible que te tomaran el pelo, porque la principal empresa dedicada a la comercialización de este tipo de seguros lleva años engañando a los consumidores: se negaba a pagar la reparación de los aparatos cuando se averiaban, inflaba las cuotas establecidas en sus contratos, ofertaba el primer mes gratis y después cobraba los recibos aunque le hubieran pedido la baja… Pero la segunda noticia es aún peor que la primera. La empresa va a la quiebra.

Se trata del grupo multinacional francés Indexia. Una de sus cuatro empresas, Sfam, ya se ha declarado en bancarrota. Y lo mismo ocurrirá de forma inminente con las otras tres: Celsaid, Habsaid y Cyrana.

Vendía sus seguros a través de grandes cadenas como Fnac, K-tuin y las tiendas Xiaomi y también en establecimientos propios, denominados Hubside. También tenía sus propios establecimientos, denominados Habsaid Estor, donde comercializaba tanto dispositivos electrónicos como sus seguros. Y también vendía tarjetas para obtener descuentos en compras.

Este tinglado, que lleva funcionando desde 1999, acumula casi 12 millones de euros en deudas con la Seguridad Social francesa y multitud de denuncias de consumidores. En 2019 fue multada con 10 millones de euros por sus prácticas de venta engañosas y por dar de alta a clientes sin su consentimiento. Multada en Francia, porque en España, nada de nada.

A comienzos de 2023 desde FACUA la denunciamos ante el Ministerio de Consumo. Y hasta el día de hoy, no hemos recibido respuesta a nuestra denuncia. Desconocemos si se dirigieron a la empresa para requerirle el cese de sus irregularidades, si le abrieron un expediente sancionador o se tomaron siquiera la molestia de analizar nuestra denuncia. Lo único que sabemos es que desde Consumo ni tan siquiera hicieron pública ninguna alerta sobre lo que estaba pasando con estos seguros.

Durante años y años, las autoridades competentes en materia de protección de los consumidores no hicieron nada para frenar otra larga lista de fraudes masivos cometidos por otra multinacional.

La historia se repite una y otra vez. Políticos que no mueven un dedo mientras nos engañan y nos roban grandes empresas. Aseguradoras, energéticas, compañías de telecomunicaciones, bancos… ¿Alguna vez se tomarán en serio cómo se pisotean nuestros derechos?

Soy Rubén Sánchez y en ocasiones veo fraudes.