Poco más de 24 horas después de aprobar la Ley de Amnistía, Junts ha lanzado su órdago a la grande al Partido Socialista. Los neoconvergentes amenazan a Moncloa con poner fin a la legislatura en caso de no ceder la presidencia de la Generalitat a Carles Puigdemont. El candidato soberanista al Parlamento Europeo, Toni Comín, ha sido el encargado de lanzar el aviso al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Los neoconvergentes sacan pecho y se ponen gallitos. Con la amnistía ya en el bolsillo, a falta de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y del pronunciamiento de la judicatura, Junts empieza a calentar el caldo de la nueva legislatura en Cataluña. La constitución de la Mesa del Parlament es la primera parada. Fuentes del partido confirman abiertamente que las negociaciones con el resto de fuerzas políticas, principalmente Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), están en marcha. No obstante, siguiendo al dedillo el libreto de recetas de la formación para estos casos, encapsulan los avances bajo el espeso manto de la “discreción”.
Pero la ambición de Junts per Catalunya amplía sus horizontes y mira ya hacia la Presidencia de la Generalitat. Tras el escrutinio del 12 de mayo, Carles Puigdemont ya advirtió que no renunciaría a sus opciones -aunque escasas con los números en la mano- de acudir a la investidura para ser restituido como jefe del Ejecutivo catalán siete años después del 155. De hecho, parte de las opciones del dirigente neoconvergente, al menos según lo entienden de puertas para dentro, pasan por hacerse con el dominio del órgano de gobierno del Parlament.
Órdago a la grande
Maniobras de la sesión constitutiva aparte, en Junts agitan ya el tablero autonómico y, por supuesto nacional. Lo que pase en Cataluña tendrá sus ecos en Madrid. Al menos esto es lo que ha verbalizado el candidato neoconvergente al Parlamento Europeo, Toni Comín. Inmerso en plena campaña electoral, el eurodiputado ha abundado en que ni en el Parlament ni en el Congreso de los Diputados hay una “mayoría absoluta” granítica. “Entendemos que si el PSOE quiere que el acuerdo de Bruselas prospere, debe facilitar la investidura del president Puigdemont”, ha espetado el europarlamentario, aludiendo al pacto que abonó la investidura de Pedro Sánchez.
El acuerdo, tal y como ha recordado Comín, especifica “claramente” que la estabilidad de la legislatura en Madrid está sujeta al “cumplimiento íntegro” del pacto. En este sentido, ha percutido en que ello pasa porque “todas las negociaciones tienen que estar subordinadas” al “objetivo” de que Carles Puigdemont regrese al Palau de la Generalitat, incluyendo la negociación previa para la constitución de la Mesa de la Cámara catalana y su presidente. El independentismo ya maniobra para controlar el órgano de gobierno parlamentario, cediendo a ERC la presidencia del mismo para que designe posteriormente al expresident como candidato en la investidura y allanar el camino de vuelta como presidenciable.
Por ello, Comín ha acotado que el regreso de Puigdemont coincidirá con el día de “su investidura”. Cabe recordar que el expresident advirtió que regresaría para la primera sesión de investidura, independientemente del candidato que reclamara la confianza de la Cámara para ser ungido president. Esa primera sesión está prevista para el 25 de junio.
Entre medias, Esquerra también quiere poner el punto sobre las íes en este impasse que ofrece la campaña electoral. Marta Rovira, secretaria general de los republicanos, advirtió a Salvador Illa de que “en este momento” no puede contar con los votos de su formación para su investidura. Avisan, por tanto, de que ERC no tiene miedo a una repetición electoral, a pesar de que el partido está en un periodo de rearme orgánico tras el adiós de Pere Aragonès y el paso a un lado -a priori momentáneo- de Oriol Junqueras.
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