A los líderes europeos se les podría aplicar aquella frase de Keynes que, por cierto, tiene validez no sólo porque lo diga el eminente economista sino porque es de sentido común: "Yo cuando me equivoco rectifico ¿y usted qué hace?". En estos días, no parece que el sentido común rija muchas de las decisiones que la derecha europea, con Merkel y Sarkozy a la cabeza, lideran a escala comunitaria. Seguir con la hoja de ruta trazada hace un año cuando todo el mapa ha cambiado, no tiene ningún sentido. La política económica debe volver a poner en el centro de sus prioridades la creación de empleo, esto es, la recuperación de la actividad económica. Situar en el centro de la política económica la creación de empleo fortalecerá la confianza en la economía europea, y permitirá resolver las dudas que existen sobre el euro.

¿Cómo se articula esta nueva política económica? Algunos apuntes ha desarrollado Rubalcaba a lo largo de estas últimas semanas. Rubalcaba propone ralentizar el cumplimiento de los compromisos fiscales fijados en Europa. Reducir el déficit sí, pero acompasándolo a la realidad económica para que la lucha contra el déficit no se convierta en una losa sobre nuestra economía. El déficit público desproporcionado es colesterol del malo para nuestro Estado del Bienestar; pero contar con unas cuentas sanas no significa, tal y como quiere la derecha europea, la renuncia del Estado a actuar ante las crisis económicas. La inversión del Estado, su papel regulador, su liderazgo en la promoción de sectores económicos con fuerte potencial de crecimiento y creación de empleo (energías renovables, Tecnologías de la Información...) y la consolidación del Estado del Bienestar son objetivos a los que el sector público no puede ni debe renunciar. Los socialistas así lo creemos y por eso denunciamos los intentos de la derecha española de usar la crisis como la gran excusa para hacer negocio con el Estado del Bienestar. El último intento vino, cómo no, de la mano de la Presidenta regional, Aguirre, al proponer el copago en toda prestación pública: la sanidad, la justicia, las universidades...

Rubalcaba propone que Europa articule una respuesta conjunta a la crisis. No puede ser de otra manera. Debemos mejorar la gobernanza europea sin descuidar su control democrático. La mayor implicación del Banco Europeo de Inversiones y del presupuesto comunitario en la inversión pública y la creación de empleo a escala europea; la constitución de los eurobonos y un mayor activismo del Banco Central Europeo en la defensa del euro... son algunos de los remedios que permitirán a Europa salir de la crisis. Europa no debe olvidar que el objetivo principal de la política económica no es asfixiar al Estado con la excusa de la siempre necesaria austeridad, sino volver a crear empleo. Los europeos se lo agradecerán.

Pedro Sánchez fue diputado socialista en el Congreso la pasada legislatura y es profesor de la Universidad Camilo José Cela en Madrid