Lo que dijo Cañete no era de su propia cosecha. Algunos de sus compañeros del PP y no pocos periodistas afines a la derecha vienen repitiendo semejante estribillo desde hace unas semanas. Quieren ver de inmediato a Mariano en La Moncloa ejerciendo de presidente. Aún creen que, en cualquier momento, el PSOE sería capaz de secuestrarlo o algo similar. Siguen sin fiarse de Rubalcaba, el príncipe de las tinieblas, según muchos de ellos.

El poder absoluto
Exultantes por haber conseguido el poder absoluto, de acuerdo con los resultados de las urnas de mayo y las de noviembre, los conservadores empiezan, no obstante, a enseñar la patita. Se consideran los reyes del mambo y están dispuestos a ponerse el mundo por montera. Entienden que las leyes y los protocolos se los deben pasar, cuando sea conveniente a sus intereses, por salve sea la parte.

Un lenguaraz
Cañete además es un lenguaraz. Un día, con José María Aznar de presidente del Gobierno y en plena polémica sobre el Plan Hidrológico Nacional, declaró a los periodistas que se haría por “cojones” y atribuyó más o menos tal palabra al líder entonces del PP. Luego añadió que Aznar había señalado que la ley se aprobaría y que el recorrido hacia el final sería “un paseo militar”.

Contra los inmigrantes
Poco antes de las elecciones de 2008, Cañete se dedicó a cargar contra los inmigrantes, que siempre dan réditos políticos a quienes los atacan. Los azuzó y calentó -de este modo- a los sectores más xenófobos de la sociedad. Criticó el comportamiento de los hijos de los inmigrantes en los colegios “de la periferia de Madrid”.

Aquellos camareros maravillosos
Y, en medio de una lluvia de agravios a los inmigrantes, Cañete se lamentó de que “la mano de obra inmigrante no es tan calificada como aquellos camareros maravillosos que teníamos, que le pedíamos un cortado, mi tostada con crema, lo mío con manteca colorá, y a mí una de boquerones sin aceite, y te lo traían todo con una gran eficacia”.

El círculo de los elegidos
Este señorito es, pues, partidario de vulnerar la legislación vigente para que Rajoy llegue al palacio de La Moncloa en breve, aunque más tarde haya debido decir “digo” donde antes dijera “diego”. Pertenece al círculo de los elegidos por Mariano, ese emperador moderado y centrista. ¿Es moderado y centrista Cañete? No. Es marrullero, prepotente y xenófobo. ¡Ojo, ha empezado ya el cambio!

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM