Si no llueve es por culpa del Gobierno social-comunista que rocía las nubes con yoduro de plata y vuela los pantanos para acabar con las escasas reservas de agua que aún quedan. Afortunadamente, un grupo de auténticos españoles están dispuestos a iniciar una nueva cruzada que, como consiguió la del 36, vuelva a poner a nuestro país a la cabeza de Europa.

Moreno Bonilla, sabedor de que la pertinaz sequía es consecuencia de las políticas del contubernio izquierdoso que se ha propuesto acabar con el mundo rural y con los campos de golf, lugares donde apenas consigue votos, ha sido el primero en dar un valiente paso al frente. El primer golpe, de momento no de estado sino simplemente autonómico, se lo ha dado a uno de los principales símbolos del rojerío ecologista: Doñana. Se van a acabar los molestos patos y las peregrinaciones de los turistas de prismático, Doñana quedará exclusivamente para sus auténticos propietarios: los rocieros. Bueno y, ya que estamos, para cultivar fresones mientras quede una gota de agua.

Bonilla se pasa por el forro los informes de los científicos y las amenazas de sanción de la Unión Europea. Pero no lo hace al tuntún, tiene poderosas razones. Lo de los científicos, porque de todos es sabido que a la mínima que sabes leer y escribir y aprendes cuatro cosas te haces de izquierdas y, por lo tanto, son juez y parte. Y, por si le faltaran razones, cuenta con el apoyo de la prestigiosa climatóloga Isabel Díaz Ayuso, que dijo hace unas semanas que "desde que la Tierra existe ha habido cambio climático, y la izquierda no puede seguir contra la evidencia científica porque tienen en su cabeza el comunismo". Y lo de la Unión Europea que como la multa no la va a pagar él, sino el resto de los españoles, pues que cree que se va a sacar la chorra.

Así que ya lo saben ustedes, si quieren que vuelva a llover para que puedan seguir regando el césped, llenando la piscina y comiendo fresones y aguacates como si no hubiera un mañana, no olviden coger la papeleta adecuada en las próximas elecciones del día 28, es la que lleva una calavera en la parte superior.