A menos de un mes de la cita con las urnas, PP, Ciudadanos y el ultraderechista Vox recorren las ciudades españolas calentando motores antes de la campaña oficial. Pero, frente a lo que debe ser la política, el grueso de sus mensajes no se centra en los compromisos a asumir para que la sociedad avance, y se revuelve contra Pedro Sánchez por lo que hace o deja de hacer.
Así, Albert Rivera le acusa de abandonar a millones de catalanes, y en su alocución electoral prevalece la necesidad imperiosa, en su opinión, de que el gobierno aplique ya el artículo 155 de la Constitución. Casado, por su parte, ha reclamado en Toledo en referencia a Cataluña, que hace falta “un gobierno que lidere, previsor, que sepa tomar decisiones, y no sobrepasado o que le tiemblen las piernas”. Olvidaba el sucesor de Rajoy Brey cómo el Gobierno del PP puso pies en polvorosa en Cataluña, tras siete años de nula acción política, que liaron más la madeja, dejando el tema en manos de los jueces para quitarse de en medio.
En cuanto a Vox, ha rizado el rizo en un accidentado mitin celebrado en Bilbao, calificando a los jueces del Supremo de “traidores a la nación”. Para los extremistas de derechas la sentencia se ha quedado corta al no sancionar rebelión y, por eso, consideran que el alto tribunal ha fallado a todos los españoles. Los de Abascal llevan la provocación como seña de identidad y la ofensa a modo de tarjeta de visita.
Cataluña es el tema, pero solo de pasada y como por obligación, se hace referencia a la vivienda, el empleo, la enseñanza, la sanidad… Y solo para decir que el PSOE lo hace fatal y que cada uno de ellos lo hará mucho mejor. Mal que les pese a todos, la última encuesta de laSexta sigue dando el primer puesto al PSOE, el segundo al PP, con empate técnico entre Ciudadanos y Unidas Podemos, seguidos por Vox y Más País.
A Sánchez, la oposición le acusa de inacción como mantra electoral. Deberían saber que no es así. El presidente del Gobierno en funciones, que ha acudido hoy a Barcelona a visitar a los agentes heridos, está sujetando la situación para evitar males mayores, mientras aguanta con mano firme las impertinencias del president Torra, al que exige una condena tajante de la violencia, así como que arrope claramente el trabajo de las Fuerzas de Seguridad. Pero, sobre todo, que evite males mayores, como una escalada de violencia todavía más grande o la fractura absoluta de la sociedad catalana. Se juega tanto en Cataluña, que los partidos de derecha deberían estar apoyándole incondicionalmente. Nunca utilizando una situación difícil para sembrar la confusión mediante una campaña electoral vacía del necesario contenido y plena de maledicencia.
Enric Sopena es Presidente Ad Meritum y fundador de ElPlural.com