La Coordinadora de Trabajo por el Agua, plataforma ciudadana para la concienciación sobre los efectos de la crisis climática en el ciclo del agua desde un punto de vista medioambiental y divulgativo, ha pedido que se adopten medidas urgentes de adaptación para eludir los riesgos a los que nos conduce el calentamiento global y mitigar sus efectos negativos.

En ese sentido apela a consensuar un gran acuerdo institucional que permita garantizar el acceso al agua de todos y hacer frente a las situaciones meteorológicas adversas desde la previsión, la colaboración, el trabajo en red y la puesta en valor del conocimiento.

Para los expertos de la Coordinadora, entre los que cabe destacar al catedrático de geografía física de la Universidad de Barcelona y experto climatólogo Dr. Javier Martin Vide, es necesario atender a los informes de los científicos que siguen la evolución del cambio climático y priorizar las medidas de adaptación a los escenarios que nos anuncian. 

En un comunicado dado a conocer esta semana la Coordinadora lamenta las pérdidas humanas y materiales en las comunidades afectadas por las lluvias intensas y las inundaciones provocadas por las DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que han castigado de forma sucesiva a las comunidades del Mediterráneo.

Aunque estos fenómenos son característicos de nuestro clima mediterráneo y, por tanto, no se pueden atribuir de manera directa al calentamiento global, numerosos informes científicos vienen alertando desde hace años sobre la posibilidad de que resulten cada vez más intensos y sucedan de manera más recurrente.

Hay que diseñar y aplicar medidas urgentes de adaptación a la crisis climática, valientes y decididas, que contribuyan a prevenir las próximas situaciones de riesgo y consolidar unos modelos de gestión del ciclo del agua eficientes y sostenibles, anteponiendo la seguridad del servicio, la garantía de acceso y la reducción del impacto ambiental a cualquier otro tipo de intereses.

Para la Coordinadora ha llegado el momento de dejar a un lado los intereses políticos y centrar la gobernanza del agua en la gestión responsable de los recursos hídricos, la reducción de las situaciones de riesgo y el acceso garantizado al agua potable de toda la población.

Ante el más que probable aumento en la periodicidad y la intensidad de fenómenos meteorológicos adversos como los que acabamos de sufrir, urge revisar la planificación urbanística de los territorios más vulnerables y amenazados y emprender las medidas necesarias para que se respeten escrupulosamente las delimitaciones de las zonas inundables.

Asimismo es necesario reforzar el mantenimiento y mejora de las infraestructuras vinculadas al ciclo integral del agua, así como poner en valor los servicios que pueden prestar la desalinización y la recuperación de aguas residuales, dos recursos que se harán cada vez más necesarios para garantizar el acceso de todos al agua.

Es por ello que la Coordinadora de Trabajo por el Agua apela a las administraciones a alcanzar un gran acuerdo para agilizar las medidas de adaptación a la crisis climática y garantizar el buen funcionamiento del ciclo integral del agua. Todo ello desde el máximo respeto al medio ambiente, la salud y el mantenimiento de los acuíferos y la conservación de los ecosistemas fluviales.