No entienden nada y además tienen miedo. Miedo a que la izquierda se movilice por fin, en el sentido que sea. Por orden: a Esperanza,  el movimiento no es que esté manipulado por la izquierda es que es de izquierdas; a Duran le diría que nada de lo que se dice en el Manifiesto del 15M puede recogerlo su partido cuya política es exactamente la contraria de la que el manifiesto pide que se haga; y a Rajoy: que la indignación de estos jóvenes, lo que están pidiendo es justamente una salida de la crisis por la izquierda, una salida social, por el lado contrario de por donde el Partido Popular quiere sacarnos.

Que se lean el manifiesto. Las peticiones que en él se expresan son, simplemente, un básico democrático y social con las que ninguna persona de izquierdas o demócrata puede dejar de estar de acuerdo. Simplemente, lo que los indignados piden es incompatible con lo que propone (y con lo que hace, y con lo que piensa)  la derecha. El manifiesto pide  vivienda, trabajo, cultura, educación y sanidad públicas, revolución ética, equilibrio ecológico, real y mayor participación política y todo se resume en la convicción de que el modelo económico actual es obsoleto y antinatural; en la convicción de que el bienestar humano, el derecho a una vida digna, tiene que estar por encima de abstractos indicadores económicos.

Pero de esto también tiene que darse por enterada esa izquierda que ocupada con no molestar a los mercados parece haber olvidado sus valores y sus principios. Les pedimos que los reencuentre porque son los valores, los principios y las políticas que necesitamos. Este movimiento nunca ha pedido que no se vote. En las manifestaciones y concentraciones hay gente de izquierdas que votan a distintos partidos; allí no hay nadie de derechas, eso seguro. El domingo hay que ir a votar y votar a la izquierda. Y después seguir en la calle reclamando, luchando por conseguir eso que resume la posición actual de mucha gente de izquierdas: estamos contra la derecha pero queremos cambiar la izquierda. Eso se hace en la calle y se hace votando. No dejemos que la derecha avance,  usemos nuestros votos para echar a la derecha de nuestros ayuntamientos y comunidades, y sigamos luchando por la izquierda que queremos y necesitamos.

Beatriz Gimeno es escritora y expresidenta de la FELGT (Federación Española de Lesbianas, Gays y Transexuales)