Que se lean el manifiesto. Las peticiones que en él se expresan son, simplemente, un básico democrático y social con las que ninguna persona de izquierdas o demócrata puede dejar de estar de acuerdo. Simplemente, lo que los indignados piden es incompatible con lo que propone (y con lo que hace, y con lo que piensa) la derecha. El manifiesto pide vivienda, trabajo, cultura, educación y sanidad públicas, revolución ética, equilibrio ecológico, real y mayor participación política y todo se resume en la convicción de que el modelo económico actual es obsoleto y antinatural; en la convicción de que el bienestar humano, el derecho a una vida digna, tiene que estar por encima de abstractos indicadores económicos.
Pero de esto también tiene que darse por enterada esa izquierda que ocupada con no molestar a los mercados parece haber olvidado sus valores y sus principios. Les pedimos que los reencuentre porque son los valores, los principios y las políticas que necesitamos. Este movimiento nunca ha pedido que no se vote. En las manifestaciones y concentraciones hay gente de izquierdas que votan a distintos partidos; allí no hay nadie de derechas, eso seguro. El domingo hay que ir a votar y votar a la izquierda. Y después seguir en la calle reclamando, luchando por conseguir eso que resume la posición actual de mucha gente de izquierdas: estamos contra la derecha pero queremos cambiar la izquierda. Eso se hace en la calle y se hace votando. No dejemos que la derecha avance, usemos nuestros votos para echar a la derecha de nuestros ayuntamientos y comunidades, y sigamos luchando por la izquierda que queremos y necesitamos.
Beatriz Gimeno es escritora y expresidenta de la FELGT (Federación Española de Lesbianas, Gays y Transexuales)