Nadie en sus cabales puede creerse que Zapatero y Rubalcaba hayan colaborado con ETA. Estamos frente a una suposición tan perversa como ciertamente desdeñable. Para entender la lógica de los genoveses en tan repugnante episodio hay que remontarse al tiempo del proceso de paz. Su puesta en marcha fue acogida desde las filas de la derechona como una especie de crimen de lesa patria. Mariano Rajoy –ese hipócrita centrista- le espetó a Zapatero, en el Congreso de los Diputados, que su decisión era una “traición a los muertos”.

Pistoletazo de salida
No fueron tales palabras, las de Rajoy, algo de carácter superficial, consecuencia de un subidón dialéctico o de un desliz involuntario. Esa frase fue el pistoletazo de salida de las huestes ultramontanas o populares para condenar brutalmente, y de modo incansable, el proceso de paz. Los medios conservadores se transformaron una vez más en una apisonadora mediática, destinada a cargarse el intento gubernamental de acabar con los terroristas por la vía no sólo policial, sino también por la vía del diálogo.

Como hienas
Aquellos que -siendo José María Aznar presidente del Ejecutivo- habían hecho más o menos lo mismo unos años antes, se lanzaron entonces como hienas contra los socialistas. Los pusieron de vuelta y media, los insultaron, los señalaron como agentes de los asesinos e incluso los presentaron como amigos de los etarras. Todo lo que escribimos hoy en ELPLURAL.COM es cierto y nos quedamos cortos. Quienes nos pongan en duda que recurran a la hemeroteca y se encontrarán con la verdad. El PP procuró destrozar los esfuerzos del proceso de paz hasta aniquilarlo.

Por tierra, mar y aire
Rajoy y sus edecanes políticos, periodísticos y eclesiásticos no estaban dispuestos a que el mencionado proceso pudiera ser útil. Lo boicotearon por tierra, mar y aire. ¿Cómo iba a permitir la derecha extrema de este país que lo que no consiguió Aznar lo podían conseguir Zapatero y Rubalcaba? Demonizaron a la cúpula del Gobierno. Y vinieron aproximadamente a decir en aquella época algo similar a lo que braman en la actualidad respecto al fantasmagórico caso faisán.

El lío del juez Ruz
Se han agarrado los populares al caso faisán y pretenden romperle la yugular a Rubalcaba y de paso a Zapatero. Intenta lesionarlos políticamente, de modo que Rajoy gane en las urnas sin tener delante un peligroso adversario como es Rubalcaba. No actuó Rubalcaba en favor de ETA. Ni colaboró en absoluto con ETA. ¿Podía el exministro del Interior que más eficaz ha sido en la lucha contra los terroristas apoyar o ayudar a ETA? Todo lo contrario, a pesar de que el juez Ruz dé la impresión de que se ha hecho un lío y quiere quedar bien con unos y con otros. Y a pesar, sobre todo, de la avalancha de embustes, manipulaciones y excrementos amarillistas que utiliza la Brunete Mediática, conectada con Gil Lázaro y otros que tal bailan ¿Caso faisán? No. ¿Caso PP? Sí.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM