Los medios de comunicación hacen con sus contenidos lo mismo que los supermercados con los productos a la venta: los más baratos e interesantes para el cliente los sitúan en las estanterías más bajas que requieren agacharse y los más superfluos o caros en las baldas más accesibles al alcance de la mano.

En el caso de las radios y las televisiones los espacios de interés y culturales se programan en horarios nocturnos de madrugada o de baja audiencia: sábados y domingos por la mañana. Los periódicos y revistas en papel jugaban con las páginas pares y sus partes bajas para relegar los contenidos positivos, de servicio público o considerados menos espectaculares.

Los medios digitales esconden sus contenidos más constructivos y sociales en sus pantallas inferiores o en subapartados encontrables tan solo desplegando menús y tras varios clics. A un solo clic y en lugar destacado va la información más negativa y escandalosa. Capítulo aparte merecen los falsos medios que se dedican a los bulos y a la desinformación más descarada.

Por lo expuesto hasta aquí resulta muy difícil encontrar información directa de los organismos internacionales como la ONU, la UE, el Parlamento Europeo y otros muchos que inciden y condicionan los debates políticos nacionales y casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana en sus distintos ámbitos.

El pasado 22 de septiembre la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el Pacto para el Futuro, un documento trascendental que reafirma la vigencia de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) vituperados por la extrema derecha global y actualiza su hoja de ruta, pero casi olvidado por los medios a una mera mención de por qué estuvo el presidente del Gobierno en Nueva York. 

Sin embargo, la ONU y otros organismos tienen un calendario laico de días internacionales para recordar a la sociedad civil los principales conceptos y estrategias de sus políticas dirigidas a impulsar el progreso de la humanidad.

Aunque hay personas que creen que "No necesitamos días conmemorativos y que lo que falta son recursos para cumplir sus objetivos", no podemos negar la eficacia de estas herramientas de comunicación. Mañana, 1 de octubre de 2024, se celebra el Día Internacional de las Personas de Edad promovido desde hace décadas por la ONU.

Se trata de una excelente ocasión para denunciar el auge del edadismo, la discriminación por edad que afecta ya casi a un tercio de la población mundial y que se capilariza a través de esos microedadismos cotidianos: discriminaciones y comentarios deslizados para estigmatizar a los mayores y negarles la igualdad de trato.

Como verán no es inocente el abordaje que la sociedad en su conjunto y los medios de comunicación hacen de la información que más interesa a la ciudadanía. Nos jugamos el futuro si marginamos el periodismo constructivo y en positivo que fomenta el espíritu crítico y combate la desinformación.