El Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el Partido Popular desde 2023, olvida de nuevo la memoria histórica con ocasión de la muestra "La Plaza Nueva, el Centro de Todos", inaugurada el pasado 29 de septiembre delante de su fachada principal, para informar de la próxima remodelación de tan emblemático lugar en la historia de la ciudad.
En la veintena de paneles que integran la exposición se muestran imágenes de la Plaza Nueva desde su inauguración en 1857 hasta la actualidad, pero las instantáneas seleccionadas no incluyen ninguna del período 1933-1949. De unas fotos de la etapa republicana de 1931 y 1932 con alguna referencia a manifestaciones callejeras y desórdenes se salta a fotos inocentes de la dictadura a partir de 1950: bendición de nuevos autobuses urbanos, procesiones...
Ni rastro del golpe militar de 1936, de la represión del golpista Queipo de Llano y del izado de la bandera de los sublevados desde el balcón del Ayuntamiento bajo la mirada del dictador en agosto de 1936. El olvido ha sido denunciado por la Federación Andaluza de Memoria Democrática que pide al alcalde que corrija el error e incluya "la etapa comprendida entre 1936 y 1949 con rigor histórico y respeto a las víctimas".
El Ayuntamiento hispalense, por su parte, niega que se haya utilizado criterio político alguno ni por el técnico del Archivo Municipal ni por el equipo de diseño de la exposición. Unas explicaciones difíciles de creer, pues no cabe el despiste, ya que la Plaza Nueva fue precisamente el lugar donde se libró la batalla decisiva del 18 de julio de 1936. Sin necesidad de buscar mucho se pueden encontrar imágenes del cruce de artillería entre el edificio de la Telefónica y la casa consistorial, los efectos de los cañonazos en el Hotel Inglaterra, último reducto de la Guardia de Asalto, y hasta la instantánea de un soldado disparando desde la acera a un "paco" (como se les llamaba a los francotiradores). O la llegada a Sevilla (junto al Ayuntamiento) de legionarios y regulares en camiones con matrícula de Cádiz.
Tampoco la muestra fotográfica incluye su ficha técnica, y se echa en falta también la información sobre el coste de la misma, que no se sabe si se incluye en los cuatro millones y medio de euros que costará la remodelación de la Plaza Nueva durante los dieciocho meses que durarán las obras.
Jose Luis Sanz gobierna la ciudad con una mayoría simple del PP con el respaldo de facto de VOX que le aprueba los presupuestos sin un acuerdo formal, pero a cambio de numerosas concesiones desde su toma de posesión en temas como la memoria histórica, los recortes a las asociaciones de mujeres feministas, las oficinas antiabortistas, o la tijera a la cooperación al desarrollo o a las ONGs que ayudan a las personas migrantes.
Las asociaciones memorialistas sevillanas se han manifestado en varias ocasiones en la Plaza Nueva para pedirle al Ayuntamiento que no desactive o congele los temas de memoria histórica y democrática, marginados desde que el Partido Popular logró la alcaldía de la mano de José Luis Sanz.
Si la juventud, especialmente, los varones, ignora nuestra historia reciente y asume los negacionismos de las derechas se debe a una triple estrategia: borrar el golpe militar y la dictadura franquista de todos los espacios posibles, oponerse a la inclusión de la memoria histórica en la enseñanza y tacharla de adoctrinamiento ideológico y fomentar el adoctrinamiento confesional integrista en los centros de enseñanza dependientes de congregaciones religiosas.