El jefe de gabinete de la presidenta de Madrid Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, auspició la apertura de una investigación penal contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quien actualmente está imputado por un delito de revelación de secretos. De hecho, esta misma mañana Rodríguez está citado como testigo por este asunto en el Tribunal Supremo. Pero como el karma es un poco hijo de Satanás, en un giro de los acontecimientos digno de un guion de Hollywood, el bomerán que lanzó contra el FGE igual acaba estampándose contra su cabeza y, en palabras del propio Rodríguez, a lo mejor al que la Justicia se lo lleva “pa’lante” es a él. Y es que el PSOE ha utilizado su propia táctica para denunciarle por el mismo delito, el de revelación de secretos, por filtrar los datos y la fotografía obtenidos por un Policía Nacional de dos periodistas que estaban haciendo su trabajo debajo de casa de Ayuso.

Esta denuncia del PSOE, además, tiene otra vertiente más que interesante: ¿actuarán sus señorías de la toga y las puñetas en el caso de Miguel Ángel Rodríguez con la misma contundencia que lo han hecho hasta la fecha contra el fiscal general o nos encontraremos con un archivo de plano? La pregunta no es nada baladí, puesto que, así como el fiscal general, Álvaro García, ha negado desde el minuto cero haber filtrado los correos del novio de la presidenta, y aun así se han activado todos y cada uno de los mecanismos de la Justicia en una ‘cacería’ sin precedentes, el propio Rodríguez ha reconocido en su caso haber filtrado los datos y la fotografía de los periodistas hasta en una entrevista concedida al periódico El Mundo.

Una entrevista, la anteriormente mencionada, en la que, a la pregunta de: “¿Por qué difundió la identidad y la foto de dos periodistas de El País?”, el todopoderoso jefe de Gabinete de Ayuso responde, sin despeinarse: “Porque estaban acosando a menores, entregándoles su tarjeta de visita para que les llamaran. Eso no se hace. Eso no es periodismo. Ojo: la identidad la desvelé a 18 personas. Nada más”. Hecho que, por cierto, es totalmente falso.

Y después tenemos otro punto más que interesante: si se archiva contra Rodríguez por no considerar su cargo, el de jefe de Gabinete, asemejado al de funcionario público con el deber de sigilo que ello entraña, ese mismo archivo sería extensible, obviamente, a todos los cargos del PSOE que el PP quiere empurar porque sabían de la existencia del correo electrónico del novio de Ayuso. Ufffff, el karma.

¿Será igual la Justicia para todos? Ay, qué gran pregunta, lectores. Explica la denuncia que: “Miguel Ángel Rodríguez reveló y difundió estos datos reservados y la fotografía que habría obtenido en su condición de jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que debían tener origen en documentos o informaciones policiales, en los que se procedió a la identificación de los dos periodistas y su fotografía realizada por la policía nacional en el ejercicio de sus funciones, como escoltas de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, información que a su vez fue remitida al Director General de seguridad de la Comunidad de Madrid”. En resumen y lenguaje llano, que para eso soy una Charo: que se pasó por el forro que la información fuera policial y la difundió sin que le temblara el pulso en un chat con 18 periodistas.

Otra cosa que no me quiero dejar, aunque me cueste las críticas de algunos compañeros, si se le puede llamar compañero a la persona que defiende publicar bulos, es el hecho de que hubiera ‘medios’ de comunicación, obviamente todos ellos regados con miles de euros de dinero público de la Comunidad de Madrid, que no dudaron en publicar la fotografía y los datos de los compañeros de El País. Unas publicaciones que hicieron, obviamente, sin contrastar con esos mismos compañeros

Pero es que poderoso caballero es don dinero. Aplicaron una máxima cada día más extendida en los ‘medios’ proselitistas: nunca dejes que la realidad te estropee un buen titular. Me reafirmo, eso no es periodismo, es proselitismo y, por desgracia, cada día es más habitual en determinados pseudomedios a los que Miguel Rodríguez no duda en filtrarles pues es plenamente consciente de que, como el conductor del patrón de la Planta 14 de Víctor Manuel, están “bien domados”.

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