Cada pequeño animal es parte de un equilibrio cósmico. De una cadena que mantiene a todos los elementos sobre la Tierra conectados. Da igual que nos resulten insectos asquerosos. Que nos asustemos solo de verlos o nos den repelús. Esos insignificantes animales no son insignificantes. Y que desaparezcan grillos y saltamontes en Europa debería preocuparnos. Porque al igual que está sucediendo con las abejas, estos pequeños ortópteros cada vez son más difíciles de encontrar en nuestros campos. Aunque nadie se haya percatado, ¿cuánto tiempo hace que no escuchas un grillo durante un paseo campestre?

Saltamontes, grillos y la UE

La situación es tan preocupante que incluso la Unión Europea ha tomado nota. A través de un informe de la Comisión Europea ha asegurado que una cuarta parte de las especies de ortópteros está seriamente amenazada. El motivo es la intensificación de las tierras de cultivo en todo el continente. En contra de lo que pueda parecer, las tierras cultivadas no ofrecen más posibilidades de alimentación a estos insectos. La realidad es que los nuevos tipos de fertilizantes, herbicidas e insecticidas están acabando con las poblaciones de grillos y saltamontes rápidamente. También la eliminación de zonas de arbusto y matorral para ser sustituidas por áreas de pastoreo ha afectado al hábitat de cría de estos pequeños seres.

Base de la cadena trófica

¿Y qué pueden importan unos cuantos bichos repelentes más o menos? Pues evidentemente, mucho. Porque estos animales son la base de la cadena trófica de especies más grandes. Sobre todo reptiles y aves. Estos animales también están viendo reducida su población ante la falta de alimento. Además, estas especies de insectos son endémicas de Europa. Forman parte del patrimonio natural del continente. Ese que tenemos la obligación de conservar. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha planteado una serie de soluciones. Por ejemplo, reforzar la Política Agraria Común en la UE promueva el uso de sistemas agrícolas sostenibles, de la reducción paulatina de fertilizantes y herbicidas, de formas de explotación tradicionales que no hacen un uso intensivo del suelo, permitiendo que en las época de barbecho, los saltamontes y grillos se alimentes de las hierbas que nacen en esas tierras.