La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) ha celebrado que la Ley de Igualdad de Trato y Nos Discriminación, conocida como 'Ley Zerolo' y que entrado recientemente en vigor, incluya como discriminación el rechazo a una persona por usar la lengua de signos.

"Se trata de una medida ejemplar que viene a ampliar el marco de protección para nuestro colectivo", ha manifestado el presidente de la entidad, Roberto Suárez. Una consecuencia de esta medida sería garantizar el acceso a información y asesoramiento de las personas con discapacidad a través de formatos accesibles y comprensibles, y se reprueba el rechazo de adaptaciones o modificaciones que promuevan la participación y disfrute de todas las personas sin excepciones.

"Se trata tanto de poder acceder en lengua de signos, o con los recursos que cada persona sorda necesite, a la información y a la comunicación y a la vida en comunidad, como de que las personas sordas que nos comunicamos en lengua de signos no seamos discriminadas por ello", ha destacado Suárez.

Desde la Confederación también destacan que, al tratarse de una ley transversal, alcanza a "todas las esferas de la vida política, económica, cultural y social".

De este modo, cualquier política pública sobre empleo, afiliación y participación, educación, sanidad, prestaciones y servicios sociales, acceso a bienes y servicios a disposición del público, vivienda, y medios de comunicación y publicidad, deberá contemplar también a las personas sordas.

El presidente de la entidad ha explicado que "la igualdad de trato y la no discriminación no admite exclusiones". A su juicio, "no es cuestión de privilegios o de mayorías" y "tampoco depende de la discapacidad", sino que es "un derecho inherente a todas las personas", y "el uso de la lengua de signos española y la lengua de signos catalana es determinante ara asegurar nuestra participación en cualquier ámbito".