Una de las movilizaciones animalistas más visibles de los últimos años ha tenido como objetivo la desaparición del mapa del Toro de la Vega, una práctica que se ha venido celebrando en Tordesillas (Valladolid) dese el siglo XIX, aunque hay quien relaciona su origen con las justas de origen de medieval. En la ceremonia, se soltaba a un toro cerca de la plaza principal del pueblo para que una multitud, siempre a pie, lo guiase hasta la vega del río Duero, ya fuera de la localidad, donde daba comienzo una suerte de 'torneo’ por el que los participantes tratabans de matar al toro clavándole lanzas en el costado, antes de que sobrepase los límites fijados por la organización. Si conseguía escapar, se consideraba ganador al toro, y era indultado.

Figuras públicas como Rosa Montero, Dani Rovira, Gabino Diego o la banda Mago de Oz han participado en campañas, lideradas sobre todo por el partido PACMA, contra el Toro de la Vega. Hasta que en junio de 2016, las Cortes de Castilla y León aprobaron un decreto-ley promovido por el Gobierno autonómico en el que se prohibía expresamente la muerte en público del animal durante el torneo. A raíz de la decisión, el torneo se sustituyó por un encierro en el que no se mata al animal en público.

El Ayuntamiento de Tordesillas planteó un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León contra la decisión, pero en abril del año pasado, éste lo desestimó. El municipio afectado decidió entonces trasladar su queja al Tribunal Constitucional, pero ahora, el Tribunal Supremo ha ratificado la prohibición de este alanceo al no admitir a trámite el recurso, determinado que el Constitucional no está legitimado para ello a través de una providencia fechada hace un mes, conocida el pasado lunes y contra la que ya no cabe otro recurso.