Mientras los expertos tratan de dilucidar si ha aparecido ya el buen juego en el Mundial o cuál ha sido la última sorpresa, los focos se los han llevado los aficionados de Senegal y de Japón. Seguidores de estos dos equipos nacionales dieron una lección al acabar el partido.

La mejor celebración

No, no se trata de que su comportamiento fuera especialmente deportivo, que seguramente también. Lo que se ha destacado de ellos es cómo tras terminar los partidos de sus selecciones, se quedaron en las gradas para recoger toda la basura que ellos mismos habían generado. 

Las imágenes de los aficionados africanos recorriendo las gradas, sacando envases entre las butacas y creando una montaña con ellos han dado la vuelta al mundo. Y eso que tenían motivos para estar pensando en otra cosa, dado que su país ganó un histórico partido a la selección de Polonia en un encuentro disputado en el estadio del Spartak de Moscú.  

70 toneladas de basura

Sin duda, a falta de buen fútbol, una noticia como esta hace que miremos hacia Rusia. Y que por fin, los aficionados sean fuente de buenas noticias y no siempre por incidentes o altercados. 

En cualquier caso, la acción de los senegaleses y nipones tiene todo el sentido. Hace unos años, se desarrolló un estudio en México sobre el impacto de los estadios en la generación de basura. Al parecer, este tipo de eventos hacen que nos relajemos en cuanto a lo de mantener el entorno limpio.

Así, el estudio mostró que el Estadio Azteca de la capital mexicana genera una media de 70 toneladas de basura cada partido. Similares números presentaron otros estadios más pequeños, como el estadio de Morelos con 60 toneladas por partido. Según el informe, de media cada aficionado deja en un estadio 200 gramos de basura.