“Nuestro estudio proporciona evidencia de un cambio espectacular, producido hacia el final de la era paleozoica, en el número de impactos de asteroides tanto en la Tierra como en la Luna”, ha destacado Sara Mazrouei en la revista Sciencie. Es la autora principal de la investigación que ha llegado a la conclusión de que el ritmo del impacto de asteroides en la Tierra y la Luna ha aumentado hasta tres veces en los últimos 290 millones de años. “Desde entonces nos encontramos en un período cuya tasa de impactos de asteroides es relativamente alta, 2,6 veces mayor que hace 290 millones de

Hasta ahora, los científicos habían intentado calcular el número de asteroides que habían impactado estudiando sus cráteres y estableciendo la antigüedad las rocas de alrededor, pero un grupo de investigadores ha hallado que se puede conocer más sobre este tema observando la Luna, porque tanto a este astro como a la Tierra los golpean en la misma proporción a lo largo del tiempo.

Así, los científicos han estudiado la superficie lunar empleando datos térmicos de satélite e imágenes recogidas por la NASA para determinar la antigüedad de sus cráteres, y han comprobado que las rocas grandes emiten más temperatura que la tierra lunar. Al comparar las características de los cráteres lunares con los de la Tierra, los científicos detectaron que eran similares, y concluído que la formación de los cráteres en los últimos 290 millones de años ha sido entre dos y tres veces superior a la de los 700 millones de años previos.

“La relativa escasez en la Tierra de grandes cráteres mayores de 290 millones de años y menores de 650 millones de años no se debe a que hayamos perdido los cráteres, sino a que la tasa de impacto durante ese tiempo fue más baja que ahora”, explicó la coautora del estudio, Rebecca Ghent.

Los resultados obtenidos contradicen la opinión generalizada, que sostiene que la mayoría de los cráteres más antiguos de la Tierra producidos por impactos de asteroides han sido borrados por la erosión y otros procesos geológicos. Estos hallazgos tienen, además, implicaciones en la historia de la vida en la Tierra, en torno a grandes acontecimientos de extinción.

Aún se desconoce el motivo de este cambio en la frecuencia impacto, pero los científicos creen que el aumento de choques de asteroides podría estar relacionado con las grandes colisiones que tuvieron lugar hace más de 300 millones de años en el cinturón principal de asteroides entre las órbitas de Marte y Júpiter.