El pastoreo, especialmente de cabras, ha resultado ser un aliado muy eficaz para reducir los incendios. Un nuevo estudio de un grupo de científicos israelíes ha explorado diferentes formas para expandir el uso de esta práctica sencilla y ecológica, alentando el pastoreo de cabras en Israel.

La forma como las cabras contribuyen a la prevención de incendios es comiéndose el exceso de vegetación en áreas donde el crecimiento de las plantas es denso y está cubierto de matorrales (por ejemplo, en los bosques), cosa que favorece la propagación del fuego.

Otros animales, como las vacas y las ovejas, también ayudan a aclarar la vegetación, pero sobre todo se alimentan de pastos, mientras que las cabras prefieren comer arbustos y ramas bajas de los árboles (a veces incluso se apoyan sobre las patas traseras para alcanzarlas).

Cuando los arbustos y las ramas inferiores de los árboles son más delgados, es más difícil que un fuego que se enciende en el suelo suba hacia arriba. Por lo tanto, se podría evitar una situación en la que las llamas lleguen a las copas de los árboles y comiencen a extenderse hacia arriba, lo que provocaría que un pequeño incendio local se convirtiese en un peligroso incendio forestal incontrolado, que rápidamente consumiría muchos acres de bosques.