A estas alturas ya sabemos que si, por casualidad, nos libramos de acabar con nuestra propia especie por nuestros medios, el problema vendrá de arriba. No, nos referimos a la furia divina. Hablamos más bien de un enorme meteorito que en algún momento caerá sobre nuestras cabezas, por Tutatis, y nos pondrá en serios aprietos.

Hace 15 millones de años

Es puro cálculo de probabilidades. Hace 65 millones de años cayó uno de 10 kilómetros que despejó la Tierra de lagartos terribles y nos allanó el camino. Más bien a las musarañas de las que procedemos. Hace algo menos, unos 15 millones de años, cayó otro, más pequeño, pero lo suficiente para dejan un considerable socavón en lo que hoy es Baviera, Alemania. Como somos una especie muy apañada, nos arreglamos en cualquier sitio. Incluso en el lecho de un cráter meteórico. Así que aprovechando la perfecta circunferencia del agujero y la orografía dejada por el asteroide, decidimos construir una ciudad. En concreto Nördlingen. Lo curioso es que hasta hace cincuenta años nadie se dio cuenta. Sí, a alguno en ciertos momentos de la centenaria historia de la ciudad, le resultó curiosa la forma perfectamente circular de su contorno. Una línea que había sido aprovecha para fortificar la localidad. En la actualidad es la que mejor conservada tiene su muralla medieval, que data del siglo XIV.

La prueba en la iglesia

La prueba definitiva se encontró en la iglesia del pueblo. No es que fuera, perdón por la insistencia, una revelación divina. No. Lo que sucedió es que un grupo de científicos se percataron de que ciertas partes del templo se habían construido con coesita. Este polimorfo del cuarzo se forma cuando el impacto de un asteroide somete a presiones brutales y rápidas al mineral. Cuando preguntaron de dónde habían sacado el material, los vecinos respondieron que de allí mismo. Esa fue la prueba definitiva para determinar el origen del círculo en el que se construyó la ciudad y que hasta esa fecha se pensaba de origen volcánico. Nördlingen nos deja una lectura más. Si después de caer el enorme meteorito que nos pondrá en apuros, logramos sobrevivir, no cabe duda de que sacaremos partido del agujero que genere. Lo mismo podemos hacer un parking o un centro comercial.