Hace tiempo que la ciencia nos advierte del peligro que corre la biodiversidad del planeta, a causa del cambio climático. Ahora, ha llegado el día en el que, por primera vez, se ha extinguido un mamífero en un país con una de las mayores emisiones per cápita de CO2 del planeta.

Se trata de un pequeño roedor que habitaba en un islote al norte de Australia. Se venía previendo su desaparición desde 2014. Pero, pese a los esfuerzos, no se ha salvado, y esta semana las autoridades australianas han anunciado su desaparición definitiva. Se consideraba el único mamífero endémico en la Gran Barrera de Coral. Según informa la Agencia EFE, los estudios señalan a que la subida del nivel del mar y el aumento de las tormentas a causa del cambio climático, un fenómeno ocasionados por el hombre, exterminaron a estos roedores en su único hogar, Bramble, un cayo australiano situado muy cerca de Papúa Nueva Guinea.

El “Melomys rubicola” fue declarado extinto por “recomendación del independiente Comité Científico de Especies Amenazadas, tras estudios exhaustivos en todos los hábitats conocidos y sin que quede una duda razonable sobre la muerte del último ejemplar”, explicó a EFE una portavoz del Ministerio del Medio Ambiente de Australia.

La especie habitaba una pequeña zona aislada en Bramble, que con sus 40.000 metros cuadrados de extensión se eleva a tres metros sobre el nivel del mar. La existencia del roedor, considerado el único mamífero endémico de la Gran Barrera de Coral, fue registrada por los europeos en 1845 en el cayo Bramble, que además es un importante lugar de procreación para las tortugas verdes y varias aves marinas, además de tener un gran valor cultural para los indígenas del lugar.