Vivimos en un mundo en el que es buena noticia que haya 90 ejemplares vivos de una especie salvaje. Ni siquiera un centenar de animales para tratar de mantener a la especie y salvarla de la extinción. Ese es el número de leopardos de Amur que quedan en libertad. 

30 hace 40

Y es que la especie ha estado varias veces al borde de la extinción. Hace más de cuarenta años, un grupo de científicos censó tan solo 30 leopardos de Amur en la taiga rusa. Se estimó que por debajo de ese número su viabilidad era nula, debido a la falta de diversidad genética. Y lo peor es que en los años siguientes, el delicado ecosistema de este gran felino continuo degradándose por la contaminación, el cambio del clima y los incendios. 

Hace una década las autoridades rusas iniciaron un programa para intentar salvar a este espectacular animal. Esta actuación incluyó la creación de un área protegida llamada “La Tierra del Leopardo”. La zona reservada se encuentra en el sur de la ciudad de Vladivostok, una línea alargada de bosques entre el Pacífico y la frontera con China. 


40 hembras reproductivas
 

Ahora se han presentado los resultados de esas medidas de recuperación de la especie. Ante los periodistas, la organización WWF en Rusia anunció ufana que en la actualidad viven en la reserva más de 90 ejemplares adultos, incluidas unas 40 hembras en edad reproductiva y al menos 21 crías. Según los responsables del anuncio, esto garantiza que la especie pueda ser viable. 

El problema ahora es la extensión de la zona protegida. A mayor número de animales, más especio necesitan. Y parece que los más de 250.000 hectáreas con los que cuenta en la actualidad se quedarán pequeños en muy tiempo. Por eso las organizaciones ecologistas han iniciado una campaña para pedir su ampliación.