No son halagüeños los datos del último informe de la Plataforma intergubernamental científico-normativa sobre diversidad biológica y servicios ecosistémicos (IPBES), que se aprobó durante la sexta sesión del Plenario de IPBES, celebrada el pasado lunes en Medellín (Colombia). Atestigua una degradación de la tierra que ha alcanzado niveles "críticos" en algunas zonas, causada por las actividades humanas, que está empeorando el bienestar de las dos quintas partes de la humanidad (unos 3.200 millones de personas), abocando a muchas especies a su extinción y recrudeciendo el cambio climático.

También empuja a la migración humana masiva, y el aumento de los conflictos. Y en el capítulo de la agricultura, vuelve insostenibleslas tierras de cultivo y pastoreo , causando una pérdida significativa de biodiversidad y servicios ecosistémicos de todo el mundo (como la seguridad alimentaria, la purificación del agua o el suministro de energía, por ejemplo). "Los humedales se han visto particularmente afectados", ha ejemplificado Luca Montanarella, codirector del análisis. "Hemos documentado pérdidas del 87% en áreas de humedales desde el comienzo de la era moderna, con un 54% de pérdidas desde 1900".

Los estilos de vida de alto consumo de las economías más desarrolladas, y su "combinación con el aumento del consumo en las economías en desarrollo y emergentes" estarían detrás de estos empeoramientos del nivel de vida. Así, los investigadores calculan que menos del 25% de la superficie terrestre de la Tierra ha escapado a los impactos sustanciales de la actividad humana. Y para el año 2050, los expertos de IPBES estiman que la cifra disminuirá a menos del 10%.