Siempre ha tenido mucho de misterioso el viaje migratorio de esta mariposa que, con sus antenas como GPS, recorre más de 3.000 kilómetros, desde el Sureste de Canadá hasta México. Es la Danaus plexippus, también conocida como mariposa monarca. Frágil, anaranjada y con un estampado a lo tigre en las alas, que se vuelven tóxicas frente a los depredadores, ahora sabemos también que su periplo anual está en riesgo por la deforestación.

O por lo menos así lo aseguró ayer la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y en particular Carlos Cordero, investigador del Instituto de Ecología (IE) del centro. Advierte, también, de que la extinción de la especie es menos probable que el fin de su viaje, que se ocasionaría por la desaparición de las plantas de las que se alimentan las monarcas, así como por la deforestación de los bosques que las resguardan. Cordero ha explicado que con la siembra de trigo y otras plantas en grandes extensiones de Estados Unidos se destruye mucha de la vegetación natural, incluidas las plantas que le sirven de alimento a esta mariposa de nombre aristocrático.  

Y si la monarca no migra, no poliniza, y eso encadena un efecto que atraviesa también otras especies, como la nuestra. Y es que, según la UNAM, de la polinización dependen el 75 % de los alimentos de consumo humano. En México, tierra de monarcas, cerca de 350 productos dependen directamente de la polinización, como los fríjoles, la calabaza, el chile, la vainilla, el cacao, el tomate, el aguacate o el durazno, entre muchos otros.