Que Estados Unidos es la primera potencia productora está fuera de dudas. Su industria genera productos y servicios producen a una velocidad de vértigo. Productos y servicios que, a su vez, generan un elemento menos agradable: basura

En concreto basura del peor tipo: desechos plásticos. Ahora un informe elaborado por el diario británico The Guardian pone datos a esta producción de basura. Y no solo datos, si no también el destino de esas toneladas de plástico ya utilizado. Y los números son escandalosos.  

El resumen que hace el periódico inglés es que Estados Unidos está literalmente inundando el mundo con plástico. Y en especial, los países menos desarrollados. Es a estas naciones a donde va a parar prácticamente toda la basura plástica que genera el gigante americano. El informe se refiere al plástico que los ciudadanos del país depositan en contenedores para su reciclaje.

El pasado año, el equivalente a 68.000 contenedores de barco salieron de las fronteras del país. En concreto, el 70% de los desechos generados en Estados Unidos. El destino de estas toneladas fueron países pobres como Bangladesh, Laos, Etiopía y Senegal


Contaminar para no contaminar

En estos países es donde supuestamente se realizan las labores de reciclaje. Estas labores incluyen la separación de residuos, por la que la población local cobra alrededor de seis dólares al día, y el proceso industrial que genera plástico para nuevos usos.

La clave es que este proceso industrial es caro si se cumplen todas las medidas medioambientales, dado que, en condiciones normales, el procesado es altamente contaminante. 

Las normativas más relajadas en las naciones receptoras lo hacen más rentable. Eso sí, el proceso se hace a costa de la salud de los habitantes de los países a los que llega la basura y de la preservación de sus hábitats.
 

Y en muchos casos, en especial Turquía, otro de los grandes receptores, se produce la paradoja de que la llegada de basura plástica está frontalmente en contra de las políticas públicas llevadas a cabo para reducir el uso de productos de plástico por parte de los ciudadanos.