Ahora que no se nos ve tanto el pelo por la calle se ha reducido la contaminación atmosférica, pero nunca perdemos la oportunidad de perder una oportunidad: la organización conservacionista Oceans Asia ha publicado en su web varias imágenes sobre la primera huella ecológica con el sello del coronavirus: miles de residuos sanitarios, sobre todo mascarillas y guantes de plástico como los que nos ponemos para salir a la calle e ir a la compra, están ya flotando en el mar del archipiélago de Soko, ubicado entre Hong Kong y Latau.

“Durante un reciente viaje de reconocimiento a las islas de Soko, el equipo de Oceans Asia ha encontrado masas de máscaras quirúrgicas en la costa”, confirmaba la organización en un comunicado. Uno de sus activistas, Sea Shepher, publicó además un vídeo con imágenes de este horror. Al estar producidos esencialmente con plásticos, los equipos sanitarios son materiales no degradables, y por tanto muy contaminantes: pueden permanecer cientos de años en la naturaleza. Y además, claro, desecharlos de esta manera y no en el cubo gris, como corresponde en España, puede suponer un foco de contagio.

“Como investigadores, estamos interesados en conocer los tipos de residuos y el tiempo en que se han desechado, con el objetivo de determinar su origen; llevamos seis semanas detectando la presencia de mascarillas”, explicaba Oceans Asia en su web el 28 de febrero. Los residuos de plástico se han acumulado en esta área del Pacífico por los vertidos, las corrientes marinas y el viento.