Segunda entrega de la crónica en clave personal de la Misión Monrovia 2023 escrita por una de sus cooperantes, Claudia Pérez Tavares. Inflitrada en el grupo de médicos y enfermeras de la ONG Surg For All, ha sido testigo en primera persona de la labor humanitaria que llevaron a cabo del 18 al 26 de marzo en el Saint Jospeh's Catholic Hospital de la Orden de San Juan de Dios en Liberia. El hospital, que cuenta con una larga tradición de 60 años de cooperación española, recibe el apoyo principal de la Fundación Juan Ciudad y de organizaciones como esta asociaión valenciana que lucha por desarrollar un servicio de urología allí con unos mínimos de equipamiento y formación para ser autosuficientes algún día. Durante diez días no solo realizaron todas las intervenciones posibles, sino que consolidadon la capacitación del equipo médico local en una especialidad que, actualmente, solo cuenta con un médico urólogo en todo el país. Desde Leequid Magazine y con la colaboración de Prstt.org, queremos contribuir con lo que podemos, que es darles visibilidad y reconocimiento. Y contarte cómo es la realidad de uno de los países más desconocidos para nosotros. Este diario lo hace, además, desde la observación participante y el extrañamiento. 

Diarios de Monrovia: Capítulo II

Domingo, 19 de marzo: llegamos a Monrovia. El aeropuerto es caótico, y en el control no me ponen fácil la admisión. En mi cabeza, una pregunta incesante: ¿Qué se siente siendo minoría? Al final, cuando enseño el certificado de cooperante, me sellan el pasaporte. He llegado a temer lo peor. Llegamos, por fin, a la pequeña casa donde nos alojaremos, justo al lado del hospital. El calor es sofocante, húmedo, y sólo hay 3 horas para descansar. Tras la ducha y el desayuno (leche en polvo con nescafé, y pan de molde congelado), entramos a la zona del quirófano, la recepción es calurosa. 

Salimos un rato a la calle y, aunque es domingo, hay bastante movimiento. Podría sentarme todo el día a un lado de la carretera viendo pasar a la gente; de pronto, soy esa señora española en pueblo extremeño.

 

Los niños saludan —y eso es una constante en los diferentes países africanos que he visitado— algunos van muy arreglados, de domingo (la mayoría de la población es cristiana). Lo confieso, me gustaría hacerles un retrato —pausado, respetuoso, amable— aunque fuera para regalárselo después. Parafraseando a Susan Sontag, tengo la absurda necesidad de hacer esta realidad mía; pero, de cada vez, me hago la misma pregunta: ¿no es esto acaso otra forma de colonización? Procuro observar, callar, conocer, aquí soy ignorante. Liberia, un país cuyo territorio fue comprado por los norteamericanos a Sierra Leona para llevar allí, a esa parte de tierra, a los esclavos libres americanos.

Empezó siendo el país más rico de África Occidental, hoy es uno de los más pobres. ¿Qué es ser rico? ¿Qué es ser pobre? 

 

Pienso en el equipo médico español que viene a operar aquí dos veces al año; es el primer día, domingo, y llevan ya 7 horas en quirófano. Venimos a documentar su labor, a entrevistarles, a escucharles y aprender. Uno de los cooperantes me ha dicho esta mañana tras el desayuno: “¿Estrés? El estrés lo generamos nosotros mismos con las expectativas que nos imponemos.” Sé muy bien a lo que se refiere. Él, antes de la hora de comer, habrá mejorado varias vidas. Yo no haré más que observar y comer poco, porque la gula aquí sí que es pecado. 

Por la tarde, chiringuito atlántico con tres mesas y un coco solitario flotando en la orilla. (Foto: ©Claudia Pérez Tavares)

De vuelta a casa, hablo con alguien del grupo: mujer, italiana, lleva 10 años viviendo en Liberia. Aprovecho para preguntarle cómo es la vida aquí. Me confiesa que es imposible hacer amigos, y que eres blanco siempre, aunque vengas sólo a ayudar. Oscilo entre la mirada antropológica y cierto etnocentrismo occidental. Cada “blanco” que viaja aquí carga siglos de historia a sus espaldas. En realidad, seguimos tan encorvados como el Homo habilis del Pleistoceno, y nos resulta cada vez más árduo ponernos de pie. “Si sigo aquí es por hacer algo por los demás, creo en eso”, asevera. Ha bajado a la playa en chanclas, los mosquitos ya no le dan miedo. El “crepúsculo del deber” parece no haber llegado aquí; ya sabes: mismo mar, distinta latitud.

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Claudia Pérez Tavares (Lisboa, 1983). Licenciada en Estudios Hispánicos por la Universidad de Lisboa, ha trabajado como profesora de español para extranjeros, editora de textos y traductora. Vive en España desde hace más de diez años y colabora con Leequid Magazine en temas culturales y sociales. En marzo de 2023 participó como cooperante en la Misión Monrovia 2023 de la ONG Surg For All como parte del equipo de comunicación aportado por El Viso Media para Prstt.org