Un estudio de la Universidad de Nevada, en Las Vegas, ha compilado registros climáticos de ese Estado que se remontan 13.000 años a partir de especímenes de estalagmitas en la cueva Leviathan, ubicada en el sur de la Gran Cuenca. El estudio muestra que Nevada era aún más calurosa y seca en el pasado de lo que es hoy. En particular, hubo un período de 4.000 años que puede representar el “peor de los escenarios” que le esperaría al Estado de seguir evolucionando así el cambio climático.

En aquel momento, el clima cálido y seco de la región se vinculaba a los cálidos mares del Ártico y la falta de hielo marino, así como al calentamiento en el Océano Pacífico tropical occidental, de acuerdo con el estudio. Hoy, la emisión de carbono humano a la atmósfera calentará el Ártico y posiblemente el Pacífico tropical occidental, y puede ocasionar, a largo plazo, condiciones muy áridas en Nevada y la cuenca más amplia del río Colorado.

Si esas condiciones áridas se vuelven irreversibles, el suministro de agua en la cuenca del río Colorado podría disminuir, lo que, según los investigadores, pondría en peligro los recursos hídricos de millones de personas que viven en el suroeste de Estados Unidos.

"Las últimas décadas han visto pasar sequías cada vez más severas en la cuenca del río Colorado", ha expresado el equipo, “pero estos intervalos secos generalmente no duran más que unas pocas décadas. En contraste, nuestros nuevos datos muestran que el clima de Nevada puede experimentar un intervalo extendido de aridez durante miles de años, no solo unas pocas décadas".

La reciente sequía en el suroeste de los Estados Unidos que comenzó en 2001, que ha causado unos registros de agua históricamente muy bajos en el lago Mead, es un indicador de la gravedad del problema.