Un nuevo esrudio sugiere que, después de todo, puede que no haya suficiente fosfina en Venus como para que su atmósfera genere vida.

En ese caso, la información revertiría el anuncio que se hizo en septiembre, que afirmaba que se había observado gas fosfina en la atmósfera de Venus, y aquello provocó un gran entusiasmo ante la posibilidad de que pudiera provenir de la vida. Pero, ahora, “están diciendo que no ven la fosfina", señala Conor Nixon, un científico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA que no participó en el análisis, pero sí ha realizado una revisión de aquella primera publicación.

La detección inicial, publicada en la revista Nature Astronomy, indicó que en las nubes de Venus hay más de mil veces la cantidad de gas fosfina que hay en la atmósfera de la Tierra. En mundos rocosos como Venus y la Tierra, no se cree que las condiciones sean lo suficientemente extremas como para producir moléculas de fosfina en ausencia de vida. Se necesitaría algún tipo de metabolismo o un proceso químico desconocido para explicar las altas cantidades de gas fosfina en la atmósfera de Venus. (En la Tierra, varios microbios producen fosfina. Los humanos también la producen en los laboratorios de metanfetamina y como parte de la industria de los semiconductores).