No es una novedad que logremos colocar una sonda en la superficie marciana. Después de algunos intentos infructuosos, las misiones posteriores como Curiosity o Pathfinder tuvieron más éxito. Ahora llega el momento de ir más allá. De descubrir los secretos que Marte esconde bajo su superficie.

InSight Lander

Es el objetivo de la sonda InSight Lander que aterrizó ayer sobre el planeta rojo. Y una vez que tomó suelo marciano se puso a trabajar, que para eso es un robot. Lo primero que hizo fue tomar imágenes de lugar en el se había pisado y la leve atmósfera del planeta vecino. 

Pero antes estuvo todo el proceso de aterrizaje y puesta en marcha, que no es sencillo. La clásica imagen de ingenieros de la NASA con el corazón en un puño esperando que todo salga bien. Que los paracaídas se desplieguen correctamente, que la velocidad sea la justa en la poca resistencia y menor gravedad de Marte y que las antenas y placas solares que le dan energía que desplegaran correctamente. Este último punto tuvo su dificultad añadida, dado que las placas solares son dos grandes alas de más de dos metros cada una. 

Bajo el suelo de Marte

Lo primero que hará InSight es tomar imágenes del suelo marciano que puedan ser analizadas desde la Tierra. Se trata de encontrar el punto idóneo para que continúe su misión.  Esto puede ser un proceso largo, de alrededor de tres meses. 

Después comenzará a tomar datos y muestras del interior de Marte. Las ondas sísmicas que hablarían de cierta vida geológica en el interior de Marte, así que de rastros electromagnéticos

Los científicos son ambiciosos y esperan que InSight nos informe de todo lo que desconocemos del planeta rojo que a día de hoy sigue siendo mucho.