“Can you hear me Mayor Tom?”. Se podría entonar el temazo de David Bowie para intentar comunicarse con el rover Opportunity de Marte, que no llama a casa. Se ha detectado que se quedó con la batería en mínimos históricos en el valle de la Perseverancia del planeta rojo, tras una enorme tormenta de arena que oscureció el Sol el pasado 10 de junio. La Nasa espera despertarlo en un plazo de 45 días.

La polvareda galáctica puso al Opportunity, que amartizó en enero de 2004 en el planeta rojo, en modo ahorro de energía, que suspende la mayoría de sus funciones, pero además debe mantener calientes las baterías para que puedan sobrevivir en el gélido ambiente de Marte. Los científicos son optimistas, pronto el cielo estará lo suficientemente despejado como para que el rover pueda recargar sus baterías solares. La duda es si iniciará automáticamente, tras recargar su baterías, los procedimientos de recuperación.

El periodo de escucha activa ante cualquier comunicación del rover se mantendrá 45 días y si tras ese periodo continúa el silencio “el equipo se verá forzado a concluir que el polvo que bloqueó la luz solar y el frío marciano han conspirado para originar algún tipo de fallo de cual es muy probable que no se recupere”, señala John Callas, gerente de proyectos de Oppotunity en el Laboratorio de propulsión a reacción de Pasadena, en California, en la web de la Nasa.

Si ese fuera el caso, los expertos mantendrían “durante varios meses” una segunda fase de “escucha pasiva”, por si la gran cantidad de polvo almacenada sobre los paneles de la máquina fuera la causa del bloqueo, aunque es una posibilidad que consideran “improbable”, y algún fenómeno meteorológico pudiera limpiarlos.

Por el momento, la opacidad atmosférica (TAU) es del 1,7, un nivel que llegó a alcanzar un máximo sin precedentes de 10 en el peor momento de la tormenta marciana, y se espera que en las próximas semanas se sitúe por debajo del 1,5. En ese punto, los expertos comenzarán un periodo de “intento activo” para comunicarse con el robot, para lo que le enviarán órdenes a través de las antenas de la Red de Espacio Profundo de la Nasa, según las explicaciones en la web del Callas.