Se deduce del mayor estudio sobre el sueño hecho hasta la fecha en todo el mundo. Lo han dirigido expertos del Brain and Mind Institute de Western University (Canadá), y han participado en él 40.000 personas, la mitad de las cuales dormían, habitualmente, menos de 6,3 horas al día, en torno a una hora menos de lo recomendado. Como parte de la investigación, publicada en la revista Sleep, los participantes debían realizar un cuestionario y una serie de actividades de rendimiento cognitivo, y de ellos se extrajo que la cantidad óptima de sueño para que el cerebro se mantenga a pleno rendimiento es de 7 a 8 horas cada noche, y las personas que dormían más de esa cantidad veían afectadas sus funciones de razonamiento y las habilidades verbales, tanto como las que dormían muy poco. Sin embargo, el rendimiento de la memoria a corto plazo no se vio relativamente afectado. Además, se descubrió que los participantes que dormían cuatro horas o menos desempeñaban actividades como si tuviesen nueve años más.