Un equipo del Instituto de Tecnología Química (ITQ), centro mixto del CSIC y la Universitat Politècnica de València (UPV), ha diseñado una tecnología que permite producir hidrógeno verde de manera más eficiente. El avance se basa en la electrólisis del agua, un proceso que separa el hidrógeno y el oxígeno aplicando corriente eléctrica.
Los investigadores han creado electrocatalizadores que utilizan metales abundantes como el cobalto, lo que reduce la dependencia de materiales escasos y costosos como el iridio o el rutenio. Según la UPV, este método mejora la sostenibilidad y abre la posibilidad de fabricar reactores con menor consumo energético y una vida útil más larga.
Inducción magnética para mejorar la eficiencia
El estudio, publicado en la revista Small, demuestra que aplicar un campo magnético alterno durante la electrólisis puede aumentar hasta un 40 % la actividad de las nanopartículas de cobalto encapsuladas en carbono. Este proceso mejora la llamada Reacción de Evolución de Oxígeno (OER, por sus siglas en inglés), una de las etapas más lentas y exigentes del proceso.
“Esto supone una novedad, ya que muy pocos estudios combinan una tecnología como la inducción magnética con procesos electroquímicos”, explicó Pascual Oña, científico del CSIC en el ITQ y coautor de la investigación.
El equipo logró además un incremento del 14 % en el rendimiento general de la reacción, gracias a un calentamiento localizado en la superficie del electrodo que requiere menos energía.
Mayor estabilidad y nuevas aplicaciones
Los investigadores comprobaron que los electrocatalizadores mantienen su estructura y propiedades magnéticas tras un uso prolongado bajo campos magnéticos alternos. Según la UPV, esta estabilidad representa un avance respecto a otros métodos similares.
“La investigación también propone un nuevo método de síntesis que permite modular de forma sencilla la carga metálica de un catalizador encapsulado en carbono”, señaló Oña. Esto podría aplicarse en otros procesos industriales, como la valorización de biomasa o la conversión de dióxido de carbono en productos útiles.
Colaboración internacional
El proyecto se desarrolló con la participación de varios centros de investigación. Además del ITQ, intervinieron el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (ICMM-CSIC), el Departamento de Química Física de la Universidad de Sevilla, el University College London y el Research Complex at Harwell, ambos en Reino Unido.
Los resultados confirman el potencial de la inducción magnética como herramienta para avanzar hacia una producción de hidrógeno verde más económica y sostenible.
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