Rochsane Taghikhani es la musicoterapeuta del Hospital Residencia Sant Camil, en Sant Pere de Ribes (Barcelona) y atiende a pacientes con enfermedades avanzadas. Susanna Quincoces, de 50 años, es una de estas enfermas. Lleva luchando seis años contra el cáncer y diferentes metástasis. La musicoterapia le proporciona serenidad, algunas veces. Melancolía, en otras. Alegría, tristeza… Consigue “facilitar la expresión emocional utilizando la comunicación no verbal”, explica Olivia Giménez, trabajadora social del hospital.

El acompañamiento al paciente a nivel médico, social, psicológico y espiritual es la piedra angular de esta unidad de Medicina Interna y Cuidados Paliativos, que forma parte del Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Obra Social ”la Caixa”.

“Bonito”. Es el adjetivo que más pronuncia Susanna a la hora de explicar la labor del equipo que la atiende. Al frente del mismo está Helena Camell, jefa del Servicio de Medicina Interna y Cuidados Paliativos del hospital. “Se trata de ayudar a morir sintiendo que has vivido”, cuenta. “El objetivo es humanizar los cuidados paliativos”.

Ella lidera este equipo multidisciplinar formado por médicos, enfermeros, psicólogos y trabajadores sociales, lo que permite la atención integral al paciente, así como a sus familiares. Profesionales de distintas disciplinas, cada uno con sus funciones y rutinas diferenciadas. Uno diría que son como las notas aisladas que tocan Susanna y Rochsane en sus sesiones de musicoterapia. Notas aparentemente inconexas que van conformando una melodía. Una plácida melodía que, si se escucha con detenimiento, es un canto a la vida cuando se acerca la muerte.

Si quieres saber más sobre el trabajo de este singular equipo puedes hacerlo en Alma, el portal social social de la Fundación "la Caixa".