El reconocido defensor de los animales Frank Cuesta no está pasando por una semana fácil ya que han salido a la luz unos audios en los que sus polémicas palabras hacen replantearse su supuesto amor hacia los animales. Cuesta saltó a la fama después de la emisión de su programa ‘Frank de la Jungla’, en el que viajaba por el mundo para tratar de acercarse a animales peligrosos a los espectadores, intentando así inculcar el respeto hacia estas especies. Justamente quien ha publicado estos audios ha sido Chi, el amigo y hombre de confianza de Frank Cuesta.

El supuesto animalista era conocido también por poseer un santuario, un espacio natural construido por sí mismo, que usa como un refugio de animales que necesitan ayuda y que mostraba en su canal de Youtube donde también denunciaba el maltrato y la compraventa de estos animales. Sin embargo, los audios que están circulando por las redes sociales han generado una gran controversia entre los fieles seguidores del animalista porque ponen en duda su verdadero interés por la fauna salvaje. 

En este sentido, en uno de sus audios, Frank Cuesta reconoce abiertamente haber comprado animales salvajes como una “inversión”,  para conseguir un beneficio económico, algo que siempre ha criticado. “Acabo de pillar tres suricatas pequeñas y me las han dejado bastante baratas. Me han dado las tres por 30.000. Es una inversión porque hay que tener suricatas, que a la gente le gustan las putas suricatas”, se puede escuchar en una de sus grabaciones de voz.

De la misma manera, declara en otro de los audios que están circulando por las redes sociales: “Voy a hacer un mix de comida de gato con polvo de veneno, para que se lo coma el hijo de puta y reviente por dentro. Lo siento mucho, pero en lo que hay. Si tienes un gato, lo guardas en casa”, dando a entender que pretendía asesinar a un gato que había hecho daño a uno de sus animales.

“Voy a poner veneno todos los putos días hasta que mueran todos los putos perros. (...) Me los voy a cargar a todos, voy a seguir poniendo veneno hasta que mueran todos los perros de alrededor. Lo siento mucho por los perros, pero están matando a mis animales y yo tengo que cuidar de ellos, así que al depredador malo, lo mato y se acabó”, continúan sus grabaciones.

¿Por qué le ha traicionado su excolaborador?

Este miércoles, Chi, el que fue el compañero de Frank Cuesta y dio a conocer las polémicas palabras que ponen en duda a Frank Cuesta, ha entrado en directo durante la emisión del programa de Cuatro, dirigido por Nacho Abad, ‘Código 10’, para explicar el porqué decidió hacer públicos los audios que recibió a través de WhatsApp. 

El excolaborador de ‘Frank de la Jungla’ ha recordado la detención del animalista el pasado 27 de febrero, cuando le acusaron de poseer especies “ultraprotegidas” en Tailandia, en una granja establecida para la cría de animales protegidos sin habilitación. Después de este suceso, narra Chi, que se produjo una separación entre ellos. "Cuando lo dejan en libertad condicional, me acusan de que yo fui el que hizo la denuncia", ha alegado. A esta acusación, ha dicho el viejo amigo de Cuesta, le siguen amenazas y acoso a través de redes sociales y ahí es cuando decide demostrar que todo era mentira.

Según ha admitido en el programa de ‘Mediaset’, vio “cuerpos en descomposición de perros y gatos” en el santuario. No obstante, ha afirmado: "No vi maltratarlos ni matarlos, pero la conducta cambió hace 2 años". 

Ley tailandesa contra el maltrato animal

Estas declaraciones podrían salirle muy caras al que se autodenominaba como amante de los animales, ya que en Tailandia, lugar donde vive Cuesta, desde 2014 está en vigor una ley muy estricta para perseguir el maltrato animal, la Ley de Prevención de la Crueldad Animal y Provisión del Bienestar Animal (B.E. 2557), la primera legislación integral sobre bienestar animal en el país.

Esta ley prohíbe explícitamente cualquier acción o negligencia que cause sufrimiento físico o psicológico a los animales, incluyendo dolor, enfermedad, discapacidad o muerte. El envenenamiento de animales, como perros y gatos, se considera una forma de crueldad bajo esta legislación. Las sanciones por infringir esta ley pueden incluir hasta dos años de prisión, una multa de hasta 40.000 baht (algo menos de 1.100 euros), o ambas penas.

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