Consolidado como uno de los reyes del true crime dentro de nuestras fronteras, Carles Porta ha decidido probar suerte en una nueva aventura: la de la ficción. De la mano de Atresmedia, el periodista de investigación ha presentado 33 días, su primera serie de ficción que será familiar para todos aquellos que le siguen desde el primer Crims. En una época en la que el true crime impregna catálogos y parrillas, el catalán ha señalado que la etiqueta parece ponerse a la ligera, todo ello bajo la intencionalidad de vender.

En el marco del Festival de San Sebastián, al que acudió ElPlural.com, Porta quiso hacer una "diferenciación" y aportar su "matiz" ante el auge de los true crime: "Yo creo que es un boom que no es real, porque para mí muchísimo de lo que se está haciendo no es true crime. Son reportajes de sucesos largos, bonitos, bien hechos, pero no son true crime".

Para el creador, se trata de un "género narrativo en sí mismo que implica una vocación narrativa muy clara, con una historia con lo básico: introducción, nudo y desenlace": "Hay muchas producciones que no son eso, entonces, ese boom, para mí, se reduce".

"Pongamos que compramos pulpo por animal de compañía, ¿por qué ese boom?", se pregunta. Carles Porta achaca este éxito a la realidad, que "atrapa y entusiasma", y que, "bien hecha", es "muy difícil de batir". El periodista recuerda el éxito cosechado con Crims en TV3 y las posteriores emisiones en Movistar Plus+: "Cuando empezamos a emitir no pensábamos que tendríamos tanto éxito. Estamos haciendo audiencias en todas partes que son altísimas". "No hay ningún otro producto que pueda competir con nosotros en audiencia. Vale, sí, la final de Supervivientes, pero los presupuestos son un poco distintos y el público es distinto", bromeaba el creador.

Por otro lado, Porta coincide en la tendencia a titular productos bajo la etiqueta de true crime a sabiendas de que "vende". En este sentido, señala que muchas de las producciones marcadas como tal "no tienen nada de true crime" más allá de "un muerto o un asesinato". Estas, a su juicio, seducen a "un nicho muy pequeño de público que está acostumbrado a un consumo de sensacionalismo, de sangre, de suceso criminal porque sí".

"El mundo es libre y sobre todo el consumidor puede consumir lo que quiera. Hay gente que come donuts y procesados a tope, y no son especialmente buenos para la salud, pero allá cada cual con lo que consuma", sentencia el creador, que, por otro lado, recalca que el true crime no es algo nuevo, sino que "de toda la vida se ha consumido crónica negra y se han consumido sucesos".  

El "viaje" de Carles Porta dentro de la ficción española 

33 días ha supuesto la inmersión de Porta en el mundo de la ficción, por lo que el catalán ha reconocido que ha sido un "viaje incómodo" en el que han "sufrido" como consecuencia del "aprender constantemente". No obstante, Porta señala que "el viaje ha sido tan bonito que los miedos se van quedando pequeños": "Aprendes andando y eso hace que salgas de una zona que conoces muy bien para meterte en una zona que te da miedo porque piensas que vas a pisar arenas movedizas en cualquier momento y se hace incómodo".

El catalán ha insistido en la complejidad que lleva consigo hacer ficción: "Hay que valorar muchísimo lo que se está haciendo porque se está haciendo una ficción muy buena en España y meterte ahí dentro es que hay que hacerlo con muchísimo respeto, hay mucha competición".

Porta asegura que "la puerta está abierta a repetir" si surge un proyecto "muy claro", aunque reconoce que donde se siente "cómodo es en el true crime", su "camino natural".

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