Galicia ha vuelto a condenar a la izquierda. Las elecciones autonómicas celebradas este domingo se han resuelto de la misma manera que lleva ocurriendo desde 2009. El Partido Popular (PP) ha obtenido su quinta mayoría absoluta consecutiva y, lejos de alcanzarla por los pelos, Alfonso Rueda se ha hecho con 40 escaños, dos por encima del mínimo necesario para gobernar en solitario. Vox ni estaba ni se le esperaba y así ha sido, pero a la izquierda el batacazo ha sido aún mayor. Podemos y Sumar han sido los más damnificados y Ramón Espinar ha hecho sangre.

“En Galicia, hace cinco o seis años votaba más gente en las primarias de Podemos de la que ha ido a votar hoy a la urna en las elecciones autonómicas”, ha cargado el que fuera Senador de la formación morada. “Pero todo bien. Culpa de los traidores y de las cloacas. Más fuertes que nunca. Seguimos, compas. Besis”, ha añadido, manteniendo su lucha particular con la formación y, sobre todo, con sus líderes. Habría que sacar la calculadora para comprobar si la sarcástica expresión de Espinar es correcta, pero no va muy desencaminada.

Podemos Galicia ha obtenido un total de 3.854 votos, lo que representa un 0,26%. Los morados, liderados por Isabel Faraldo, han quedado en séptima posición, por detrás de PACMA (0,36%). En 2018, periodo al que hace referencia el exsenador, las primarias de la formación en Galicia enfrentaban a Antón Gómez-Reino y a Carolina Bescansa. El primero derrotó con un 54,98% a la fundadora, que aunó un 45,02% de los 3.172 inscritos que participaron en el proceso. Unos 3.225 votaron en 2016 en las primarias moradas en esta comunidad. Ambos totales se encuentran algo por debajo del resultado electoral, pero Espinar no se ha quedado tan lejos.

Más allá del señalamiento a Podemos, el que fuera secretario general del partido en la Comunidad de Madrid también se ha acordado de la formación de Yolanda Díaz. “No digo esto con absolutamente ninguna alegría, pero ojo a lo de Sumar”, ha puntualizado. La formación magenta también ha obtenido un resultado nefasto que la propia candidata, Marta Lois, ha calificado como “malo sin paliativos”. Los 28.171 votos conseguidos no han valido al partido para obtener escaño y el 1,9% reunido les sitúa en quinta posición, por detrás de Vox (2,19%).

“En el país de la líder, haces un all in nombrando candidata a la portavoz en el Congreso y llevas 5 ministros a hacer una campaña para no llegar al 2%. Es un descalabro en su primer despliegue orgánico”, ha desarrollado Espinar. La falta de base y militancia y la pertenencia al territorio de la líder del partido como único caballo de batalla no ha sido suficiente para Sumar, que este lunes a las 13:00 horas valorará, en palabras del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, los desastrosos resultados.

El batacazo de la izquierda nacional también ha afectado al PSdeG, que ha perdido cinco escaños y ha caído hasta el resultado más bajo de su historia. Los de José Ramón Gómez Besteiro han agrupado un escueto 14,04%, que se traduce en 207.691, principalmente afectados por la fuerte subida de la izquierda nacionalista. Sin embargo, en este espectro existe un ganador. El BNG ha sumado seis escaños más que el 2020 y han conseguido el mejor resultado de su historia con 26 escaños y 467.074 votos.

Los de Ana Pontón tienen motivos para estar de celebración, pese a que el cambio en Galicia no se haya conseguido, algo en lo que coincide Espinar. El exdiputado de la Asamblea de Madrid ha atribuido el resultado al gran trabajo de los nacionalistas, pero también a la falta de otra alternativa a la izquierda. “El BNG haciendo una buena campaña y presentando a una candidata aceptable ha arrasado con el voto de la izquierda. Han hecho un buen trabajo, pero la variable que explica su resultado es que a nosotros y al PSOE sin el Perro no hay quien nos vote”, ha zanjado.

En la jornada postelectoral de este lunes llegará el momento de que los ganadores, pero sobre todos los perdedores, valoren, expliquen y corran cuentas tras los resultados obtenidos. Sobre lo que sucederá, Espinar también ha opinado ya. “Cada dirigente de la izquierda absolutamente descalabrada hoy en Galicia que pronuncie ‘autocrítica’, ‘proceso de reflexión’ o ‘hemos entendido el mensaje’, es que no dimite ni con salfumán. Y eso que la hostia es más grande que la catedral de Santiago”, ha apuntado a través de sus redes sociales.