Los veranos en Mallorca de la Casa Real son típicos y aunque este año los escándalos envuelven a Juan Carlos I, está previsto que la reina Sofía no renuncie a sus vacaciones en las Islas Baleares. La Casa Real todavía no lo ha confirmado de forma oficial, pero se espera que la reina viaje próximamente a Mallorca y pase el verano en el palacio de Marivent.
Serán unas vacaciones más solitarias de lo común, ya que la emérita no espera muchas visitas más que la de su hermana Irene. No estarán ni sus hijas ni sus nietos, a excepción del rey Felipe VI, Letizia y sus dos hijas, que viajan a las baleares para apoyar el turismo en esta crisis del coronavirus. Las polémicas que envuelven a su marido pueden empañar estas vacaciones, ya que las cuentas opacas y el cobro de comisiones pueden poner en duda la legitimidad de su hijo Felipe y de la institución monárquica. Su actitud pasiva ante las informaciones que apuntan al rey emérito ha causado el enfado de algunos.
Ejemplo de ello es la periodista Isabel Gemio, que a través de un vídeo en Facebook se mostró en defensa de Corinna y atacó a la emérita: “Aquí el otro estereotipo de la mujer esposa, abnegada, callada, sufrida, aguantando lo inaceptable de su marido, el papel era el de la Reina Sofía. Por eso cae tan bien, porque no habla, porque siempre está callada, porque sí”.
Fue la periodista Pilar Eyre en su blog en la revista Lecturas donde comentó que la emérita estuvo dispuesta a dejar al rey tras descubrir una infidelidad, pero se armó de fuerza para seguir al pie de la monarquía y no divorciarse: “Sofía entendió la lección perfectamente, se armó de su sempiterna sonrisa de Gioconda, y fue ella la que le comunicó al rey que, ocurriera lo que ocurriese, no querría divorciarse e iba a ser reina hasta que muriese”.