Si tienes Twitter, lo más seguro es que hayas sido testigo en los últimos días de cómo la joven activista climática, Greta Thunberg, respondía de manera sublime a un señor que se jactaba de tener 33 coches extremadamente contaminantes y de llevar un estilo de vida perjudicial para el planeta. Y también te enterarías de que para responder nuevamente a Thunberg, dicho señor hizo un vídeo de dos minutos en el que reveló involuntariamente dónde se encontraba, despiste que aprovechó la Policía de Rumanía para detenerle por tráfico de personas.

Ese señor es Andrew Tate. ¿Y quién es Andrew Tate, además de una de las celebridades más misóginas y perjudiciales para la sociedad que se recuerdan?  

 

 

Del cuadrilátero a la custodia policial: ¿Quién es Andrew Tate?

Andrew Tate es una personalidad de internet de extrema derecha y peleador de kickboxing de profesión, retirado de la competición oficial desde 2020. Comenzó a saltar a la fama después de realizar diferentes intervenciones en medios de comunicación, de ofrecer cursos y membresías de pago sobre “enriquecimiento e interacciones entre hombres y mujeres” y de aparecer, en el año 2016, en el programa Big Brother, del que fue expulsado después de que saliera a la luz un vídeo en el que parecía estar agrediendo a una mujer.

En los vídeos que él mismo comparte en sus perfiles sociales, se le puede ver pilotando deportivos de alta gama, descorchando botellas de miles de dólares en fiestas y rodeado de prostitutas, representando un ideal de éxito y de poder que se creía superado hace veinte o treinta años: el materialismo extremo, el culto al lujo y la utilización de mujeres como trofeo para realzar una masculinidad tremendamente frágil.  

Sus intervenciones públicas están cargadas de misoginia, homofobia y aporofobia, además de mostrarse contrario a la ciencia y a las vacunas. En cierta ocasión, Tate llegó a decir que “las mujeres tenían que asumir cierta responsabilidad y culpa si eran violadas”. A través de Twitter, ha expresado también que “si eres pobre, el resto de hombres no te tiene miedo y discutes con tu mujer, tu vida es una mierda”.

 

 

"Lo tiene todo. Es la figura más representativa de las nuevas formas de activismo antifeminista y de extrema derecha que están emergiendo últimamente. Representa un sentimiento no solo de inseguridad, sino también de ira”, expresó Josh Roose, experto en extremismo y masculinidad de la Universidad de Deakin. En otras palabras, Tate es la perfecta representación de los incels, un tipo de hombres heterosexuales que hace del odio a las mujeres y de la masculinidad tóxica toda su idiosincrasia, que sienten que se les ‘debe’ sexo y que piensan que el feminismo les hace daño porque por su culpa las mujeres no quieren mantener interacciones con ellos.

Vetado en todas las plataformas

En agosto de 2022, Tate fue vetado en Twitter, Facebook, Instagram, YouTube y TikTok por proferir comentarios que atentaban contra el respeto a los derechos humanos y a la integridad de todas las personas.

A raíz de ello, el misógino comunicador se jactaba de ser “el hombre más cancelado del mundo” y sostenía que “estaba siendo silenciado” y que se “estaba limitando su derecho a la libertad de expresión”. En noviembre de 2022, tras la compra de Twitter por parte del excéntrico multimillonario Elon Musk, su cuenta en esta red social fue reinstaurada y volvió a la actividad. Cabe destacar que Musk comparte con Tate ciertos valores y pensamientos que pudieron motivar esta reactivación.

Investigado y detenido por tráfico de personas

Por otro lado, Tate también ha tenido problemas con la justicia. En abril de 2022, la Policía rumana allanó su domicilio como parte de una investigación de trata de personas y violación, provocada por informes que alegaban que una mujer estadounidense estaba retenida en la propiedad contra su voluntad. Las autoridades rumanas encontraron a una mujer rumana y otra estadounidense en el interior de la casa. Tate no fue detenido en aquella ocasión por falta de indicios de delito, pero sus actividades comenzaron a ser monitorizadas por precaución.

El 29 de diciembre, tras el mencionado intercambio en Twitter con Greta Thunberg y su torpeza al mostrar una caja de pizza de una cadena rumana, las autoridades vuelven a detenerle junto a su hermano Tristan, acusados nuevamente de trata de personas.

De acuerdo con el sitio web de noticias rumano Libertatea, el ‘influencer’ fue arrestado por la Dirección de Investigación del Crimen Organizado y el Terrorismo, en relación con el secuestro, la violación y la utilización en vídeos pornográficos de dos menores de edad.​ En el momento de la publicación de este artículo, Tate y su hermano siguen retenidos por las autoridades rumanas, y según narran fuentes del país, seguirá bajo custodia durante al menos 30 días.

A su vez, si uno visita la página web en la que ofertaba sus cursos de "interacción entre hombres y mujeres", puede leerse que "lleva dirigiendo un estudio de webcams durante más de diez años, y que más de 75 mujeres habían trabajado para él". "Mi trabajo era enamorar a las mujeres, acostarme con ellas, comprobar si eran de calidad y hacer que hicieran todo lo que yo les dijera". Así, Tate se jactaba abiertamente de ser un proxeneta y un manipulador patológico.

 

Misoginia, aporofobia, masculinidad tóxica, extremismo político y, por si fuera poco, tráfico de seres humanos. Así es Andrew Tate, el incel que ha sido noqueado por Greta Thunberg y que ha quedado, por enésima vez, en evidencia delante de millones de personas.