La proliferación de las redes sociales y algunas plataformas de vídeo parece haber sublimado la estupidez humana. Nacho Abad se hacía eco de una de las últimas modas en el universo online desde el plató de 'En boca de todos' y así lo ha descrito: "La plataforma Twitch ha creado un nuevo monstruo. Sus seguidores pagan a jóvenes sin recursos, esto es alucinante, para que roben en tiendas y lo retransmitan en directo". Lo rocambolesco de la situación llegaba hasta el punto de Paloma Cervilla pidió cárcel para el conocido como "Palancuela" tras vivir uno de los momentos más bochornosos que se recuerdan: "¡Me coméis los huevos a mí".

El espacio matinal de Cuatro emitía un vídeo resumen de las intolerables fechorías de Pol Sánchez, quien habitualmente comparte imágenes en las que abandona sin pagar distintos establecimientos mientras lo emite en directo y a cambio de que sus seguidores le paguen. Por si fuera poco, el protagonista incluso se tapaba la boca en ese momento a la vez que se reía a carcajadas. El autodefinido como "mendigo digital" incluso llegó a dirigirse al reputado periodista Nacho Abad como "amigo" antes de que él mismo le dijese que su pseudoprofesión le producía rechazo.

"Me pagan mucho dinero, mucho dinero; pero claro que no mataría si me pagan. Robar está bien, matar está mal", aseguraba. De igual modo, explicaba que esos hurtos incluso tenían justificación por la ausencia de consecuencias: "Yo robo a comercios que no pasa nada si les robo algo. ¡Qué les va a pasar si les robo una hamburguesa, un donut o si les robo unos móviles; no pasa nada! Yo vivo como un rey". Como era de esperar, la salida de tono de este influencer provocó estupor entre los presentes, con Paloma Cervilla entonando una férrea oposición: "¡Que la Justicia lo meta en la cárcel, que es lo que tienen que hacer!".

Paralelamente a esta drástica y justificada declaración, la colaboradora de 'En boca de todos' hizo su particular análisis de la situación: "Sobre todo, es el ejemplo que da este chico que es un delincuente sin valores y sin principios. Esa es la pena de la sociedad actual con la juventud. Que este tipo de gente que no tiene valor del esfuerzo ni de nada, que no tiene respeto a nada esté libre. Hay mucha gente que trabaja y que tiene principios". En ese preciso momento, Sonia Ferrer aseguraba que los magistrados no están "a la altura".

"¿Eso lo sabes? ¿Te gusta ser delincuente?"

La conversación entre Nacho Abad y el polémico creador de contenido se tornaba como algo completamente fuera de lugar: "Robar es un delito y lo que tú haces es cometer delitos y, por lo tanto, tú eres un delincuente, Pol. ¿Eso lo sabes? ¿Te gusta ser delincuente? Tienes un problema". La labor incluso pedagógica del periodista no estaba sirviendo de nada a juzgar por las contestaciones que se pudieron escuchar: "Que me da igual, voy a la cárcel y salgo con paguita". Estas vergonzosas palabras fueron la antesala de un enfrentamiento directo

"Eso es un bufón o un payaso, pero todos los que te pagan están cometiendo un delito también, que es la inducción al robo ¿Cuántos días has estado en una celda? ¿Tú sabes lo que es una cárcel?", proseguía planteando Nacho Abad. Sin embargo, el entrevistado parecía no estar dispuesto a que le leyesen la cartilla ante cientos de miles de espectadores: "¡Me coméis los huevos vosotros a mí!". Tras este comentario del todo inapropiado, el presentador se pronunció cortando el problema de raíz: "Mira, hasta luego, chico. Adiós. Yo con tontos como tú no quiero hablar, fuera. Quitádmelo de aquí, ya está hombre".

Lejos de hacer autocrítica de la situación, Pol Sánchez se jactaba de su acción en televisión compartiendo el corte a través de sus perfiles de las redes sociales. "Así actúa el Palancuela", escribía. Inmediatamente después, un sinfín de pronunciamientos comenzaron a aparecer mientras criticaban el sinsentido de sus comportamientos: "Se nota la discapacidad a kilómetros", "te queda poquito para ingresar a prisión, y ahí eres un caramelito" o "poco durarás sin ser detenido". No obstante, sigue habiendo personas que incomprensiblemente le defienden.