El histórico periodista español y experto en Casa Real, Jaime Peñafiel, ha concedido una entrevista a El Mundo en la que ha repasado su longeva vida. El comunicador, a punto de cumplir 90 años, ha relatado que estuvo muerto "dos días" por coronavirus pero que finalmente puso salvarse: "Me contagiaron en marzo de 2020 en la finca que tenemos y el médico le dijo a mi mujer: 'Déjale morir en paz'. Durante dos días estuve muerto y, de pronto, la enfermedad entró en crisis y salí adelante", ha relatado.  

A continuación, Peñafiel ha ido narrando cómo fue su infancia además de dejar una extraña y oscura historia con sus padres como protagonistas: "Vi a mi padre llevando el cuerpo de mi madre, cavando al lado del limonero y enterrándola. Para un niño aquello fue terrible, sobre todo conociendo la bondad de mi padre. Al día siguiente mi padre entró en mi habitación. Yo me aterré, pensé que venía a por mí y me llevó por esos corredores enormes a la habitación donde había matado a mi madre".

Sin embargo, todo fue la confusión de la mente de un niño asustado: "Vi lo mejor que había visto en mi vida, un canto a la vida: vi a mi madre en la cama y en sus brazos tenía a mi hermana María Luisa. Mi madre había parido con dolor, como se paría entonces, y lo que mi padre había enterrado había sido la placenta", ha explicado.

Por otra parte, Peñafiel también cuenta la historia de cómo Fraga le pegó un tiro en el culo una hija de Franco: "Era una cacería de perdices, no una montería. Iba por primera vez Fraga a una cacería y parecía un cazador del Corte Inglés: con su sombrero nuevo, su escopeta nueva... Las perdices son un bicho con un vuelo muy cambiante, hacen braaaaan, y entonces Fraga vio una perdiz, la siguió, esta cambió de dirección y bajó tanto que pasó por detrás del culo de la hija de Franco y Fraga se lo dejó como un colador. Franco, que era hermético, directo, dijo: "Quien no sepa cazar, que no venga". Fraga pensó que por lo menos lo iba a fusilar. Menos mal que eran perdigones pequeñito".